entre 1978 y 1982 la deuda externa colombiana se dobló. Pasó de $4.247 millones de dólares a $ 9.798 millones, al finalizar la adminístración Turbay. Para 1984 está acordado el inicio de los pagos de interese y amortizaciones al capital de los préstamos externos contratados durante ese gobierno. Según cálculos de expertos, el servicio de la deuda el año entrante llegará a $1.700 millones de dólares, cifra que representará casi la mitad (47% aproximadamente) de los ingresos por exportaciones de bienes y servicios (ingresos corrientes).
Este hecho colocará al país en una situación similar que Argentina, Brasil y Chile, que dedican el 50% de sus ingresos por exportaciones al servicio de la deuda, y que México, que destina un 44%. Es decir, y de acuerdo con estimaciones del mismo gobierno, es casi una realidad que a comienzos del año entrante la administración Betancur estará ante las puertas de una crisis de balanza de pagos.
Aunque el panorama descrito puede parecer pesimista, no hay posibilidades en el corto plazo de mejorar los ingresos corrientes por exportaciones ni de reducir las importaciones. Los ingresos por ventas de café al exterior están estabilizados entre 1.400 y 1.500 millones de dólares anuales y más bien se piensa que puedan disminuir dada la sobreproducción mundial del grano.
Las exportaciones de manufacturas, flores, banano y otras no tienen perspectivas de aumentar y es posible que continúen disminuyendo como lo han hecho durante los últimos años. En efecto, en 1980 estas exportaciones sumaron $1.413 millones de dólares, un año más tarde bajaron a $ 1.363 millones, el año pasado completaron $1.225 millones, y para 1983 se estima que no pasarán de $1.000 millones de dólares. Expertos consultados por SEMANA consideran que ni siquiera el CAT, que en algunos productos ha llegado al 25%, promete buenos resultados. Es más, voceros del gobierno han revelado que se han detectado algunos casos de sobrefacturación de exportaciones para beneficiarse del subsidio.
En el campo de las importaciones, mayores restricciones amenazan con agudizar la recesión en el sector industrial y por esto no es de esperar que se aumenten los controles. Para este año se estima que las compras al exterior bajarán a $ 3.100 millones de dólares, cuando en 1982 sumaron $ 3.305 y en 1981 totalizaron $ 3.797 millones. La reciente medida de prohibir las importaciones de vehículos particulares es más un aliciente para las ensambladoras nacionales que para la balanza de pagos. En el primer semestre de este año se registraron cerca de 900 vehículos importados que, a un precio promedio de $7.000 dólares, suman unos $ 6 millones de dólares.
Dada la magnitud del déficit de la balanza cambiaria este ahorro de divisas para el segundo semestre del año no significa mayor cosa (ver recuadro) .
FUGA DE CAPITALES
Es sorprendente que ante la gravedad de la situación que se avecina, comentaristas y observadores económicos no se hayan referido al tema. En medios del Banco de la República se comenta que el margen de maniobra del gobierno para proteger el nivel de reservas internacionales se ha reducido en todos los frentes, y que tanto la política cambiaria como la monetaria han perdido efectividad para evitar la disminución del nivel de reservas. En el campo cambiario, la meta del gobierno de fijar la devaluación en un promedio anual del 25%, implica que durante el último semestre se devaluará a un ritmo del 30% para compensar los niveles inferiores de los primeros meses del año. Esta medida en conjunto con las intenciones de bajar la tasa de interés interna y el alza de las tasas en los Estados Unidos, ha acentuado la tendencia de los inversionistas a sacar su dinero del país.
Con igual lógica, los gerentes de las empresas públicas y privadas endeudadas en dólares están cancelando sus pasivos para evitar un encarecimientc en pesos de sus obligaciones. Este aceleramiento de los pagos al exterior ha sido el responsable de buena parte de la caída de las reservas de divisas. Por esta razón, las autoridades monetarias estudian medidas para eliminar los plazos máximos de giro, evitar la cancelación anticipada de la deuda externa por parte de las entidades oficiales y permitir a empresas públicas con la capacidad de endeudamiento externo acudir al mercado internacional. Un caso ilustrativo de la situación descrita fue el pago anticipado de $ 300 millones de dólares hecho por Carbocol e junio, utilizando recursos de un préstamo de Proexpo para capital de trabajo. Este tipo de comportamientos son explicables, comentan algunos especialistas, porque una devaluación de 30% en los próximos meses ya no corresponde a un ritmo "gota a gota sino a una regadera".
La situación monetaria internacional no ha cooperado en nada con los intentos hechos por el gobierno para que las exportaciones nacionales recuperen competitividad frente a la del resto del mundo. A pesar de la alta tasa de devaluación impuesta por el gobierno de Betancur, el peso se ha revaluado frente a las monedas europeas y latinoamericanas --que es donde se dirigen el 60% de las exportaciones nacionales--y se ha devaluado respecto a el dólar, divisa en la cual se comercia tan sólo el 30% de las exportaciones del país.
MAS PRESTAMOS
El difícil horizonte que tendrá que afrontar el gobierno en materia cambiaria durante el próximo año, se ve reforzado o aliviado, dependiendo de la acogida que tengan los planes de endeudamiento externo que presentará el equipo económico del Presidente Betancur al Grupo de Consulta, que se reunirá en París en octubre de este año.
Este grupo de banqueros privados y oficiales de los países desarrollados va a determinar los montos globales que prestarán a los países latinoamericanos durante los tres años siguientes.
Colombia presentará un plan de financiación por $ 8.500 millones de dólares, y desde ya las autoridades nacionales tienen prendidas velas a los santos para que esa suma no sea reducida ni las condiciones exigidas para la aprobación de los préstamos sean demasiado exigentes. En medios del gobierno existe optimismo sobre los resultados de esta gestión, y se considera que el buen manejo cambiario de los últimos años y la discreción con que se utilizaron las reservas acumuladas durante la bonanza cafetera, serán buena carta de presentación ante los recelosos banqueros internacionales.
De no ser así, y no se atiendan las solicitudes de crédito colombianas, no le quedaría al país otra alternativa que recurrir al Fondo Monetario Internacional, como medida extrema para aliviar el desajuste de la balanza cambiaria. Esta decisión traería enormes repercusiones en la economía colombiana. La intervención del FMI en el sistema de pagos internacionales de un país, generalmente viene acompañada por un paquete de medidas encabezadas por la devaluación frente al dólar de la moneda correspondiente, seguida de un recetario ya conocido: control estricto de los medios de pago, disminución de la inflación, reducción del déficit fiscal, desmonte de subsidios (a los derivados del petróleo, transporte, exportaciones y otros), control de los salarios, etc. Disposiciones que están enmarcadas dentro de una filosofía que acentúa el papel del sector privado en un proceso de recuperación económica, antes que el del público.
De llegarse a esta situación, equivaldría casi que al abandono del plan de desarrollo "Cambio con Equidad", en el cual el peso se ubica en la gestión del sector oficial. Los efectos sociales de tales medidas son bastante perturbadores, y el caso de Brasil, que se sometió a la terapéutica del FMI, es demostrativo. Se han presentado en ese país conatos de rebeldía urbana, con saqueos de supermercados y zonas comerciales. Además, opinan diversos sectores de economistas, las recomendaciones del FMI no son las más adecuadas para una recuperación económica. Celso Furtado, ex ministro de planificación de Brasil, ha dicho que las medidas ocasionarán en ese país una recesión y un aumento del desempleo sin precedentes, apreciaciones que son compartidas para el caso colombiano por diversos sectores de opinión.
OTRA VEZ LA VENTANILLA
Frente a esta situación en que la política cambiaria ha perdido efectividad para defender el nivel de reservas y en que la monetaria ha quedado enredada entre el control del circulante o la fuga de divisas, no han faltado sugerencias para que se reabra la "ventanilla siniestra". De esta forma los exportadores de drogas podrían cambiar los dólares por pesos en el Banco de la República, en lugar de venderlos en el mercado negro como está sucediendo en la realidad. Sin embargo, en algunos medios se considera que el potencial económico de estos grupos está sobre-estimado y no se confía en los efectos reales de esa medida. Además, dada la temperatura que ha alcanzado el debate sobre los "dineros calientes" la reapertura de la ventanilla equivaldría a una bendición del diablo o algo parecido.
En el corto y mediano plazo, las intenciones del gobierno se encaminan a emprender una fuerte of ensiva externa para atraer divisas al pais mediante diferentes mecanismos: ofrecerle más garantias y rentabilidad a la inversión extranjera directa, propiciar el endeudamiento externo tanto de empresas privadas como públicas, y mediante un proyecto de ley presentado al congreso, aumentar de $11.950 millones de dólares a $16.750, la autorización para contratar y garantizar créditos en el exterior. Esta última iniciativa ha sido criticada por el ex ministro de Hacienda liberal, Alfonso Palacio Rudas, quien sostiene que, de aprobarse esa iniciativa, se correría el riesgo de que un gobierno que utilice excesivamente el endeudamiento externo y comprometa la suerte de los siguientes en esta materia.
No obstante lo incierto del panorama cambiario, la responsabilidad de la situación no se le puede atribuir al gobierno de Betancur, quien se ha visto precisado a afrontar una circunstancia en parte heredada. Las alternativas que se han explorado para solucionar la crisis que se avecina no permiten ser optimistas, y salvo fenómenos inesperados como una nueva helada en el Brasil o una recuperación económica mundial que no se ve, es muy posible que las circunstancias no varíen en el futuro, caso en el cual, según expertos, la situación cambiaria del país se asemejaría a el ingreso a un túnel oscuro. -
EVOLUCION RESERVAS IMNTERNACIONALES Y BALANZA CAMBIARIA
(MILLONES U.S.$)
1979 1980 1991 1992 1993* 1994*
Reservas Netas 4.106 5.416 5.630 4.891 2.891 1.000
Balanza Cambiaria 1.134 735 -655 -1.227 -2.085 N.D.
*Cifra estimada por expertos para 1983 y 1984
N.D.:No hay datos disponibles
Fuente: Banco de la República
SERVICIO DE LA DEUDA
(MILLONES DE U.S.$)
1978 1979 1980 1981 1982 1983* 1984* Monto del
servicio 64 937 955 1.184 1.586 1.600 1.700
Ingresos
Corrientes 5.653 4.622 5.654 4.986 4.397 3.550 3.600
Servicio
deuda%
Ingresos
Corrientes 11.3 20.3 16.7 23.7 36.1 45.1 47.2
* Cifra estimada por expertoa para 1983 y 1984
Fuente: Banco de la República -