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SUPERMERCADO

México y Estados Unidos se preparan para negociar un acuerdo de libre comercio.

21 de mayo de 1990

Definitivamente el presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, parece dispuesto a romper con el pasado. Recien posesionado sorprendio a todo el mundo por sus embestidas contra la corrupción estatal y su enfrentamiento directo con las otrora intocables organizaciones sindicales. Ahora se muestra decidido a echar por la borda la politica de nacionalismo económico que ha prevalecido en su pais desde la revolución de 1910.
A finales de febrero Salinas llegó a un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos para iniciar conversaciones sobre la firma de un pacto de libre comercio entre las dos naciones.
El acuerdo podria conducir, segun voceros oficiales de ambos gobiernos, a un pacto similar al que firmaron el año pasado los Estados Unidos y Canada. Y podria convertirse, por tanto, en el paso definitivo para la consolidación de un "mercado común norteamericano" que sería, de lejos, el mercado mas grande del mundo.
En la actualidad, los flujos comerciales entre los Estados Unidos y Canadá llegan a 160 mil millones de dólares al año. El solo comercio con la provincia de Ontario supera los intercambios americanos con el Japon.
México, por su parte, es el tercer socio comercial mas importante de los Estados Unidos. Segun el Departamento de Comercio, las exportaciones del pais azteca hacia el vecino del Norte llegaron el año pasado a 25 mil millones de dólares, mientras las importaciones americanas lograron 27 mil millones.

El acuerdo con México, sin embargo, no sera tan facil. Sus desigualdades económicas con los Estados Unidos son mayores a las existentes en el caso de Canadá y ello hace que la liberación del comercio tenga que ser mucho mas lenta. Existen, ademas, problemas altamente sensibles desde el punto de vista politico, como el de los trabajadores migrantes.
El anuncio de un posible acuerdo con los Estados Unidos desató ya una gran controversia entre "los manitos". Los grupos opuestos al gobernante Partido Revolucionario Institucional, PRI, incluidos los partidos de derecha, acusaron al presidente Salinas de querer arrojar a su pais en brazos de la economia estadounidense y anunciaron que convertiran el tema del mercado comun norteamericano en el punto neuralgico del próximo debate electoral.
Estan en juego, ademas, las relaciones internacionales de México. Un viraje total hacia los Estados Unidos significaría un alejamiento de sus tradicionales socios en America Latina.
"México habló siempre de la necesidad de una integración económica latinoamericana--le dijo al Wall Street Journal un diplomático suramericano--, pero ellos han vivido a las puertas del mercado más grande del mundo y, quieranlo o no, la lógica económica indicaba que debian asociarse más cerradamente con ese mercado".
Pero no por previsible la situación deja de ser dificil de manejar.
El presidente, sin embargo, parece totalmente convencido de que Mexico no tiene otra salida para superar sus problemas económicos. Al termino de una reciente gira por Europa, Salinas aseguró que su pais no podia esperar flujos importantes de inversión de naciones europeas en los próximos años, dados los hechos que estan ocurriendo en el Viejo Continente. Al contrario, dijo: "El viaje confirmó que tenemos que avanzar rápidamente hacia una mayor integración comercial con los paises de America de Norte".
Tal convicción fue reforzada por la visita que hizo a México a finales de febrero el primer ministro del Canadá, Brian Mulroney, quien realizó una larga presentación sobre las bondades del convenio de integración de su pais con los Estados Unidos. Diseñado para eliminar todas las barreras comerciales entre las dos naciones en el curso de diez años, el acuerdo arroja resultados bastante positivos en materia comercial; y en otras áreas, como la educación y el turismo, a solo 16 meses de haber entrado en vigencia.

Falta ver si la impresión que le causó al mandatario el catálogo de logros expuesto por Mulroney, lo mismo que su deseo de sacar adelante la economia de su pais a punta de pragmatismo, son suficientes para vencer la profunda resistencia que su ideal de integración norteamericanista ha despertado en amplios sectores de opinión en su pais. Abandonar una politica nacianalista defendida por su partido durante mas de medio siglo y dejar de lado a quienes por tantos años han sido sus aliados naturales, es algo que solo puede lograrse con un respaldo politico muy amplio.
Y todo parece indicar que en el momento el palo no esta para cucharas.