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El BMW le gana a la Mercedes el primer puesto entre los productores europeos de carros de lujo.

3 de julio de 1989

Estos son buenos tiempos para la Bayerische Motoren Werke, también conocida como la BMW, la fábrica alemana de automóviles de lujo. El año pasado su tajada del creciente mercado europeo ascendió a un cómodo 2.9%, mientras que en 1987 había sido del 2.7%. Los nuevos modelos de la compañía se están vendiendo bien en los Estados Unidos y en el Japón, y las utilidades crecen al mismo ritmo. Pero la mayor satisfacción de su presidente
Eberhard von Kuenheim, es que la BMW está tomando ventaja sobre su archirrival Daimler-Benz, la productora del superfamoso automóvil de la estrella en el frente, y la ha sacado de su primer puesto entre los productores europeos de automóviles de lujo.

Sentado en su imponente oficina de Munich, von Kuenheim resultó eufórico en una entrevista reciente. "Durante más de dos años hemos vendido muchos más carros de nuestra serie 7 que los Mercedes de la clase S, aquí en Alemania". La categoría 7 del BMW, que incluye a su modelo estrella, el 75OiL, equipado con un motor de 12 cilindros en V, compite contra los modelos Mercedes de la clase S, todos automóviles de gran lujo. Lo que motiva la alegría del presidente de BMW es que su marca logró superar lo que él mismo describe como un "semimonopolio de 30 años en el mercado de ese tipo de automóviles". El-año pasado BMW vendió casi 20 mil unidades de su serie 7 contra 13.700 de Mercedes Benz en Alemania.

Sin embargo, pocos creen que la supremacía de BMW en los mercados mundiales estará libre de amenazas.
La Daimler-Benz está preparando nuevos modelos y los grandes productores japoneses ya han hecho su entrada, con éxito considerable, en el mercado de los automóviles lujosos.
"Tomamos muy en serio el reto de los japoneses y nos estamos preparando para enfrentarlo".

El contraataque de los Mercedes tampoco será despreciable. El presidente de la Daimler-Benz anunció hace poco que su fábrica-sacará un nuevo modelo anual durante los próximos cinco años, en un esfuerzo para reconquistar otros segmentos del mercado. La situación actual de la BMW no deja de contrastar, sin embargo, con las dificultades que atravesó la compañía hace tan sólo tres años. En esa época las ventas iban hacia abajo mientras llovían las críticas contra la administración por mantenerse por demasiado tiempo con modelos considerados como pasados de moda. Al mismo tiempo, la Daimler-Benz obtenía un éxito enorme con la introducción del modelo 190, de menor tamaño y costo que sus primos y destinado a capturar el interés de los jóvenes. Pero, además, la competidora estaba entrando en el campo aeroespacial, mientras la BMW se mantenía exclusivamente en la actividad ciclica de la producción de automóviles.

Eso, sin embargo, no preocupaba demasiado a von Kuenheim. "El tamaño no es la medida de la eficiencia de una empresa", afirma. "La producción de automóviles ha cambiado y el grande no se come al chico, sino que el rápido se come al lento. Mientras más grande es una compañía, más inflexible se torna".

Esa afirmación parece confirmada por los analistas, quienes sostienen que parte del suceso de la BMW está en que ha sido más versátil para reaccionar rápidamente a los cambios en el mercado y producir modelos para sectores especializados, como el convertible de la serie 3.

En los primeros cuatro meses del presente año, BMW ha producido 182 mil carros, un 23% por encima de igual período del año anterior. El presidente concede que ese ritmo bajará en el resto del año, por cuenta de una disminución global del mercado de los Estados Unidos. "Pero esa disminución no ha llegado a Europa. Aquí aún estamos en un boom automovilístico que ya lleva 7 años". Sin embargo, esa declinación norteamericana ha afectado fuertemente a otras marcas alemanas, como Porsche, Audi y Mercedes. Pero las ventas de BMW que definitivamente parece estar en su cuarto de hora, lejos de disminuir aumentaron en más del 3%. Por lo que se ve, los famosos "be-emes" están imparables.-