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A TODO DAR

LA SEMANA PASADA SE COMENZO A IMPORTAR EL ULTIMO CARRO DE JAMES BOND, TRAIDO DESDE LA NUEVA PLANTA DE BMW EN CAROLINA DEL SUR.

15 de julio de 1996

Hasta hace algunos años, transcurría mucho tiempo desde el momento en que se lanzaba un automóvil lujoso en el mundo hasta el día en que éste llegaba a Colombia. Pero el país ha cambiado tanto que no alcanzaron a pasar 10 meses entre el día del lanzamiento del BMW Roadster Z3, el último carro de James Bond, y el 15 de junio pasado, fecha en la que llegó el primero a Colombia. Todo tiene su lógica: ahora no resulta tan extraño hablar de un carro de 64 millones de pesos si está puesto en vitrina, o de 59 millones de pesos si es importado directamente, que es lo que cuesta el nuevo BMW. Tampoco es absurdo verlo rodando por las calles, aunque no por eso deja de ser paradójico que mientras muchos colombianos están por debajo de la línea de pobreza los consumos suntuarios se vuelvan cada día menos raros. Con todo y eso, Colombia aún está muy lejos de entrar en las grandes ligas de los países donde el lujo es imperante. Por dar sólo un ejemplo, en tanto que BMW vendió 590.000 unidades en todo el mundo el año pasado, acá la cifra alcanzó apenas los 260. Es muy difícil que el Z3 mejore esa historia, aunque no se puede descartar ningún tipo de sorpresa, menos de un carro que descrestó a propios y extraños cuando James Bond apareció en él tratando de salvar al mundo de los malandros en la película Goldeneye. Y es que para Bond, el nuevo convertible de la BMW era una buena elección, pues le permitía subir de 0 a 100 kilómetros por hora con tan sólo 10,5 segundos de aceleración, le aseguraba estabilidad en las curvas, aun a altas velocidades y atravesando terrenos difíciles y, especialmente, le ofrecía una buena reacción en los frenos cuando tuviera una situación de emergencia. El Z3 es un vehículo diseñado en Munich y ensamblado totalmente en Carolina del Sur _Estados Unidos_, con un motor que puede tener 1.800 ó 1.900 centímetros cúbicos, aunque acá sólo se venderá la segunda versión. La intención de la BMW al lanzarlo fue volver a los diseños clásicos de carros sport, conocidos con el tradicional nombre roadster, pero agregándole una moderna tecnología. Además de eso, la compañía buscó consolidarse como una multinacional al fabricar la totalidad de un automóvil por fuera de Alemania y exportarlo hacia el resto del mundo, incluso a su país natal. Y de ahí se deriva la importancia de la planta que BMW inauguró hace un año y medio en una ciudad de Carolina del Sur llamada Spartanburg. No podía ser en otro país, pues Estados Unidos es el segundo mercado para BMW. Y era difícil que fuera en otro estado de Norteamérica, pues Carolina del Sur no sólo les ofrecía la posibilidad de contar con los cuatro tipos de transporte _aéreo, marítimo, terrestre y ferroviario_ sino que contaba con una mano de obra capacitada, debido al desarrollo industrial que ha alcanzado esa región del sur de Estados Unidos, especialmente en la elaboración de vehículos de alta gama. Hasta hoy las inversiones de BMW en la planta han sido de 600 millones de dólares, pero la idea es que después de un plan de expansión que ya se puso en marcha, éstas asciendan a 800 millones en 1998. Gracias a eso, también será posible pasar de producir 200 carros al día a 400, con lo que se podrá satisfacer la demanda interna, pues en la actualidad prácticamente todos los Z3 que salen de Carolina son para exportación. Es tal la importancia que la planta de Spartanburg ha cobrado para la BMW que la compañía decidió poner en marcha todo un plan de promoción de lo que se ha dado en llamar 'el nuevo sur de Estados Unidos', refiriéndose a Carolina del Norte y Carolina del Sur. Y para eso sí que le ha servido poder contar la historia de que es allá donde se hace el carro que le sirvió al último 007 para vivir sus aventuras y sobrevivir a los peligros.