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UN PASO ADELANTE, DOS ATRAS

La fórmula de solución del paro de lostrabajadores de Emcali comprometeel futuro de la empresa y las finanzas del municipio.

7 de diciembre de 1998

En los últimos meses el tema de Empresas Municipales de Cali (Emcali) ha estado en boca de todos sus habitantes. Y la verdad no es para menos, pues se trata no solo de la empresa más grande del suroccidente colombiano sino también del patrimonio más importante del municipio y sus ciudadanos en un momento en quela ciudad atraviesa por una crisis económica sin precedentes. Por este motivo no es sorprendente que la actual discusión en torno al futuro de la empresa esté tan caldeada.
En septiembre, en respuesta a los anuncios del alcalde de la ciudad, Ricardo Cobo, y del gerente de la empresa, Alberto Hadad, de que buscarían alternativas para vincular capital privado a Emcali, el sindicato de la compañía se tomó la sede administrativa por espacio de 14 días, lo que afectó la normal prestación de los servicios de agua, luz y teléfono a la ciudadanía. El desalojo de los huelguistas se produjo solamente después de que Cobo se comprometiera a presentar al Concejo un proyecto de acuerdo que contemplara la no privatización de la entidad y la reversión del proceso de escisión de Emcali en cuatro empresas operativas por acciones, el cual se encuentra ya en una etapa bastante avanzada.
La decisión del alcalde de ceder ante los trabajadores y dejar el futuro de la empresa en manos de un Concejo cuyos intereses burocráticos en Emcali nadie cuestiona han generado un profundo malestar entre una amplia franja de caleños, que ven en esta empresa una de las alternativas más claras para relanzar la economía de la ciudad y evitar una profunda crisis en las finanzas del municipio.

La situación de la empresa
A pesar de su fortaleza fundamental _es un virtual monopolio en la prestación de servicios de agua, luz y teléfono en el tercer mercado más importante del país_, desde el punto de vista financiero Emcali atraviesa por una situación bastante complicada. Aunque la empresa se ha visto gravemente afectada por la crisis económica que ha azotado a la ciudad en los últimos años un importante ejecutivo caleño, miembro de la junta de la empresa, que no quiso ser citado, sostiene que lo que más la debilitó fue "el desastroso manejo que se le dio durante 1996 y 1997 bajo la administración del ex alcalde Mauricio Guzmán y la gerencia de Juan Fernando Burgos" (hoy encarcelados). Durante esa administración la empresa no solo fue ordeñada inmisericordemente _en 1996 le pagó dividendos al municipio por 70.000 millones de pesos cuando su situación de flujo de caja claramente no lo permitía_, sino que celebró un sinnúmero de contratos que han sido ampliamente cuestionados _como el de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar)_ y se dedicó a hacer inversiones millonarias en compañías como la Empresa de Energía del Pacífico (Epsa) y Occel, que se desviaban de su objeto social principal.
En razón a todo esto el endeudamiento se disparó, pasando de 170.000 millones de pesos a finales de 1995 a 805.000 millones de pesos en la actualidad (ver gráfica). Aunque todos los expertos consultados aseguran que la empresa conserva una solidez considerable en materia operativa, la deuda se ha convertido en una cruz difícil de cargar que no solo compromete la posibilidad de realizar inversiones para modernizar los equipos y prestar un mejor servicio sino que se constituye en una verdadera bomba de tiempo para el municipio, pues algunos analistas aseguran que el nivel actual de endeudamiento podría generar un problema severo de iliquidez en el transcurso del próximo año.
Debido a esto la nueva administración tomó la acertada determinación de vender los activos no operativos más importantes de Emcali, como lo son sus participaciones en Epsa, Occel, Emtelco y ERT, cuyo valor podría acercarse a los 150.000 millones de pesos. Y está llevando a cabo un proceso de reorganización interna que, según fuentes allegadas a la empresa, ya comienza a dar los primeros resultados. Sin embargo, ni los recursos de las ventas, ni la optimización interna solucionarán definitivamente los problemas de flujo a los que estaría abocada la empresa en el mediano plazo. En otras palabras, sin capital adicional _que el municipio no está en condiciones de aportar_, se tendrán que congelar las inversiones por varios años. Lo que dejaría a Emcali vulnerable frente al ingreso de nuevos competidores.
De hecho, la administración Guzmán había avanzado en el tema de la reestructuración y bajo la asesoría de la firma consultora Booz, Allen & Hamilton, decidió dividir a Emcali en una empresa holding y cuatro empresas operativas por acciones en las áreas de telefonía, distribución de energía, generación de energía y acueducto y alcantarillado. La idea fundamental era facilitar la entrada del capital privado a la empresa, pues no solo se constituían empresas por acciones que podrían ser privatizadas o capitalizadas total o parcialmente, sino que se hacían más atractivas para los inversionistas, quienes en la gran mayoría de los casos solo están interesados en uno de los servicios.
El proyecto de acuerdo presentado por el alcalde al Concejo tiene como propósito central reversar este proceso, concentrando la prestación de todos los servicios en cabeza de Emcali. Aunque fuentes cercanas a Cobo aseguran que personalmente no está de acuerdo con el contenido del mismo (SEMANA no pudo hablar con el alcalde) y a pesar de que hay ciertas dudas legales de que el proyecto pueda proceder, quienes conocen de cerca los intríngulis del Concejo aseguran que pasará. Esto sería una verdadera desgracia para la ciudad, pues no solo alejaría la posibilidad de vincular capital privado a la empresa _en un momento que Cali necesita inversión externa_ sino que contribuiría a mantenerla bajo las garras de los políticos que tanto daño le han hecho. Además terminará por atentar directamente contra los intereses de los trabajadores _grandes promotores del proyecto_, quienes podrían ver comprometido su futuro laboral y sus pensiones _se calcula que el pasivo pensional superará el billón de pesos en 2004, que equivalen a 540.000 millones de pesos de hoy_ si la compañía no se recupera.Es vital que el alcalde, los concejales, los trabajadores y los ciudadanos en general eviten cometer el mismo error que se produjo con la decisión de no vender Telecom cuando esta empresa valía una fortuna. Hoy en día Telecom enfrenta un futuro espinoso debido a la entrada de la competencia y a la inercia de varias décadas de manejo monopolístico que implican la destrucción diaria de valor. Nada estaría más acorde con el lema del sindicato ("Emcali es patrimonio de todos lo caleños") que avanzar en la escisión de la compañía y facilitar la vinculación de capital fresco a la misma.