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UNA CURUL PARA EL FISCO

¿Logrará la Reforma Tributaria establecer las primeras bases para la reactivación económica?

4 de julio de 1983

El Congreso de la República, mediante ponencia presentada por la comisión 3a. del Senado, debatió durante los últimos días el paquete de medidas que conforma la llamada Reforma Tributaria, cuya mayoría de decretos fue declarada inexequible por la Corte Suprema de Justicia.
Al deterioro de la balanza de pagos, el decrecimiento de la demanda efectiva y las altas tasas de interés que configuran la situación depresiva de nuestra economía, se unía la bancarrota del fisco, que maníataba al Estado para poder desarrollar una ofensiva en materia, por ejemplo, de gasto público, crédito, o subsidios para impedir que la crisis tocara fondo y se pudieran establecer las primeras bases para la reactivación económica. Para responder a esta crisis, el Congreso de la República ha venido aprobando el paquete tributario, en donde se destaca el régimen de presunciones, la eliminación de la doble tributación, el tratamiento a los ingresos departamentales y municipales y la amnistía tributaria que fue declarada exequible por la Corte.
En reciente estudio, realizado por la Contraloría General de la República, se plantea que la reforma sigue lineamientos de la política fiscal de 1960 y adopta varios de los instrumentos de la reforma de 1974.
EL PAQUETE DE MEDIDAS
La extensión del régimen de presunciones al conjunto de los contribuyentes es una de las decisiones más destacadas del proyecto tributario. Señala este dos tipos de presunción; una sobre patrimonio líquido a 31 de diciembre del año inmediatamente anterior, y la otra sobre los ingresos netos obtenidos durante el ejercicio gravable, estableciendo como renta líquida presunta la que resulte más alta de las dos.
Este tipo de régimen fiscal significa sencillamente que el gobierno establece una sospecha o suposición, debido a que por dificultades técnicas, jurídicas, sociales o económicas no puede establecer el gravamen en forma directa.
El gobierno ha defendido esta iniciativa pues considera que por esta vía se castigará la evasión, pero sus críticos han señalado que con ello se están desconociendo factores que influyen aleatoriamente en la rentabilidad final de las operaciones.
La eliminación de la doble tributación y los incentivos a la capitalización, ocupan un puesto clave en la ponencia presentada a la aprobación del Congreso. La doble tributación ha sido uno de los mecanismos más discutidos en la historia del país y sobre todo en los últimos años. El presidente de la Comisión Nacional de Valores, Juan Camilo Restrepo, informaba en noviembre del año pasado que la eliminación de la doble tributación se haría fundamentalmente en cabeza de los accionistas.
El ministro de Hacienda defendió en varias ocasiones este criterio para la recuperación de la inversión, lo que contó con el respaldo de los gremios económicos, que se quejaban de que se tributaba como accionista y como sociedad anónima o limitada, es decir, que los empresarios eran gravados doblemente. De aprobarse esta incentivación al capital, se habrá adaptado al mecanismo fiscal conocido como "integración a nivel de sociedad", que funciona en la mayoría de los países europeos, dejando de lado el mecanismo de "equidad vertical" que venía funcionando. Durante la emergencia económica se diseñaron el grueso de las modificaciones a la estructura presupuestal de los departamentos y municipios: impuesto predial, impuesto de industria y comercio, de rodamiento y a los licores. En este campo la reforma reitera el principio de transferencia, con el decreto 232 de 1983, básicamente a través de los FER (Fondo Educativo Regional). La aprobación de esta decisión se ha hecho a pesar de que la misión BirdWiesner aconsejó la modificación de este sistema, para garantizar mayor agilidad en la recaudación de impuestos en los municipios.
Sin lugar a dudas, la columna vertebral de la reforma la constituyó la amnistía declarada por el Presidente y su equipo ministerial, que establecía un "borrón y cuenta nueva" en materia tributaria.
Con la amnistía y el desmonte de las ganancias ocasionales, busca el gobierno evitar la evasión fiscal y aumentar sus recaudos, tal vez inspirado en la famosa curva de Arthur Laffer, que sostiene que pasado el punto de inflexión es conveniente bajar la tasa de impuestos para recuperar la renta fiscal. -