Europa define su futuro en el desarrollo sostenible

La aplicación del COP22, el plan actualizado en 2016 para reducir los efectos del cambio climático en el mundo, no le supone mayores cambios a los proyectos de los países que componen la Unión Europea, pues estos incluyeron hace años dentro de sus planes de gobierno estos acuerdos internacionales.

Este año la novedad de los tratados internacionales llega de la mano de la inclusión de China, uno de los países más grandes y de mayor aporte en gases efecto invernadero del mundo, y Estados Unidos que quedó suscrito al COP22 por su expresidente Barack Obama. Sin embargo, el mundo espera que Donald Trump tome una decisión al respecto para saber si cuentan o no con su aporte a la reducción del cambio climático que el jefe de Estado norteamericano ha negado.

“Sin embargo eso no quiere decir que las cosas vayan bien, en lo que tiene que ver con compromisos internacionales el liderazgo de los países europeos es algo que está claro y que se demuestra con el ejemplo pero eso no quiere decir que las cosas vayan bien, el cambio climático es una realidad, cada uno de los tres últimos años ha sido el más caliente de la historia desde la revolución industrial y los síntomas del cambio climático están ahí”, advierte Carlos Mario Gómez, comisionado del Partido Socialista Obrero Español (Psoe).

Aunque los esfuerzos de todos los gobiernos del mundo ya no son suficientes para frenar el cambio climático, sí lo son para frenar sus efectos y de este modo obtener el menor de los males posibles en este aspecto.

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Los socialistas, tanto en España como en el resto de Europa, saben que con los años perdieron su fuerza y ahora el populismo está tomando sus lugares. Una muestra es el resultado electoral en Estados Unidos que dejó a Donald Trump como presidente de ese país y el Brexit en Europa.

En este último caso la primer ministra de Reino Unido, Theresa May, anunció que el próximo 29 de marzo activará el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que le permitirá iniciar formalmente las negociaciones de su salida de la Unión Europea.

Para evitar eventos similares, los partidos populistas están centrando ahora sus propuestas en el desarrollo sostenible, unido con la promesa de mantener el modelo de bienestar social que ellos mismos crearon y que, según el comisionado del Psoe, sigue siendo la característica que distingue al bloque de países con respecto al resto del mundo.

“La socialdemocracia en Europa está en crisis. No solamente el Psoe ha ido perdiendo peso relativo en España aunque sigue siendo un partido importante, está desbordado por la izquierda por movimientos populistas que impiden construir una alternativa de izquierda y de centro a gobiernos conservadores. Dentro de un mes largo seguramente el partido socialista francés saldrá derrotado, el laborismo inglés tiene pocas posibilidades de recuperar el gobierno en los próximos años pero ojalá no en las próximas generaciones”, agregó Gómez.

En el caso de España, el Psoe discute un plan de gobierno para los próximos 30 años y para ello creó la comisión a la que pertenece Gómez. Su misión es planear el desarrollo del país ibérico de cara a las siguientes elecciones para recuperar el comando del Estado español que por ahora continúa en manos del Partido Popular.

La nueva propuesta de desarrollo es poner en el primer lugar de la agenda los temas relacionados con adaptación al cambio climático, contrario a lo que propone Estados Unidos.

“Ese es un tema que en Europa puede permitir gran protagonismo en sectores importantes como la energía, el transporte, el agua potable. En las ciudades en que hay oportunidades de innovación tecnológica alrededor por ejemplo de energías renovables, ciudades sostenibles, autos sin conductor que en Noruega es un plan que está considerando, el partido socialista le ha quitado los impuestos a los autos eléctricos y les ha quitado los peajes en las carreteras y pueden parquear gratis en las ciudades”, añadió el comisionado.

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El Psoe sabe que su propuesta debe estar ligada a la promesa de un mayor desarrollo económico que le regrese el dinamismo al país y reduzca nuevamente la tasa de desempleo. Los sectores llamados a hacer ese cambio son todos aquellos que garanticen reducción de emisiones de gases efecto invernadero, energías renovables y adaptación al cambio climático.

Gómez destacó que “Estados Unidos ha perdido el liderazgo en sectores importantes que han sido tradicionales para norteamérica como por ejemplo la producción de automóviles, precisamente porque su apuesta ambiental no ha sido lo suficientemente fuerte. Que a General Motors lo compre la Fiat, italiana, es sintomático de eso”.

Esta es una de las principales apuestas de los partidos socialistas europeos: convertir al medio ambiente en una fuente de oportunidad de desarrollo para las empresas y no como un factor de limitación o pérdida de competitividad.

España, al igual que el resto de países de la Unión Europea, tendrá que adelantarse al desarrollo de tecnología como los automóviles sin conductor y otros tipos de transporte inteligente pues “quienes se adelanten a estos cambios serán quienes lleven la ventaja” en el mundo del futuro.

“Todo esto tiene mucho que ver también con el discurso socialdemócrata de la socialdemocracia de preservar la sociedad y preservar la equidad frente a riesgos de las sociedades modernas. Las revoluciones industriales han traído mucho bienestar pero también han traído una gran desigualdad, una gran concentración en la renta”.

La comisión del Psoe también creará un plan de redistribución de los ingresos, recuperación de oportunidades, readaptación del modelo educativo y transición de los empleos industriales a labores relacionadas con la innovación, así como superar los problemas que les dejó la pasada crisis económica mundial.

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