Vivir largo cuesta

Los colombianos tendrán que hacer nuevas cuentas para el futuro porque la expectativa de vida cambió. El país acaba de actualizar, después de 20 años, sus tablas de mortalidad y la conclusión es que mujeres y hombres vivirán más.

Según las nuevas estimaciones, la esperanza de vida de las mujeres aumentó en siete años y la de los hombres en cuatro. Por ejemplo, se espera que un hombre que hoy tenga 62 años viva hasta los 83,3 aproximadamente, mientras que una mujer de 57 años llegará fácilmente a los 86,7 años.

Este cambio positivo, que muestra que Colombia ha avanzado hacia la tendencia de los países desarrollados, tiene enormes implicaciones económicas. El efecto más importante es sobre las pensiones que recibirán los colombianos una vez terminen su vida laboral. El hecho de que un jubilado viva más significa que por mucho más tiempo recibirá su mesada. Y es aquí donde todos tienen que comenzar a echar números.

Para el gobierno es grave pues el régimen de prima media que administraba el ISS y que ahora pasó a manos de la nueva Colpensiones garantiza al pensionado su mesada, independientemente de los cambios en la expectativa de vida. Es decir, con recursos del fisco se seguirá cubriendo el hueco pensional que se va generando.

En el caso del régimen privado, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) tendrán que recalcular la pensión de los afiliados que se pensionan con la modalidad de retiro programado. El dinero ahorrado tiene que 'estirarse' para más tiempo, o sea que le tendrán que reducir la mesada al afiliado.

Ahora bien, para los afiliados a los fondos privados que optan por la renta vitalicia que ofrecen las aseguradoras, esta actualización no representaría ningún cambio. La mesada pensional se mantiene al igual que los incrementos hacia el futuro que fueron pactados desde un principio. Esto se debe a que, al optar por una renta vitalicia, los pensionados transfieren a la aseguradora tanto el riesgo de que sus recursos no obtengan los rendimientos financieros esperados, como el de vivir muchos años y que su ahorro pensional se agote.

Las aseguradoras deberán hacer reservas adicionales que permitan cubrir el valor esperado de los pagos de las mesadas futuras a los pensionados.

La actualización de las tablas de mortalidad reabrió el debate sobre la necesidad de emprender otra reforma pensional en Colombia. Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, cree que hay que pensar incluso en la posibilidad de igualar las edades requeridas para pensionar a hombres y mujeres. Hoy las mujeres se pensionan a los 55 y los hombres a los 60. A partir de 2014 la edad de pensión de las mujeres subirá a los 57 y a 62 para los hombres. El hecho de que las mujeres vivan más y se pensionen a más temprana edad desfasa aún más el sistema.

Para el superintendente financiero, Roberto Borrás, esta actualización era urgente, pues los productos pensionales estaban basados en estadísticas de hace dos décadas y las condiciones de vida han cambiado sustancialmente. La mayoría de países ha venido actualizando sus tablas de mortalidad en aras de atender el problema pensional, que está en el primer orden en el mundo entero.

Los resultados que se obtuvieron con la actualización en Colombia no difieren mucho de lo que se ha visto en otros países de la región (ver tablas Chile y México) en donde, en general, la tendencia es hacia una mayor longevidad de las mujeres. Los expertos consideran que el hecho de que las mujeres estén más alejadas de trabajos de mayor riesgo, los que tradicionalmente están reservados para los hombres, tiene una gran incidencia en este comportamiento. De igual forma, se ha visto que cuando una persona recibe una pensión su calidad de vida mejora, pues tiene acceso a salud y otros servicios, lo cual tiene mucho que ver con el aumento en su expectativa de vida.

Lo cierto es que frente a esta cruda realidad, es mejor que comiencen a despertar quienes sueñan con pensionarse a temprana edad y con una buena mesada.