VOLVER AL FUTURO

Si hoy resulta complicado saber cómo será el país en 1992, proyectar la Colombia del año 2025 puede resultar una proeza. Pero es un ejercicio indispensable, si se quiere recuperar el concepto de la planeación de largo plazo, perdido en el país en medio de la angustia de la crisis de la deuda. Y así lo entendieron las cámaras de comercio, al impulsar el proyecto Colombia siglo XXI, cuyos resultados acaban de ser entregados al Presidente de la República. El estudio, realizado por una treintena de expertos, quedó consignado en dos tomos que contienen 25 documentos sobre todos los campos del devenir nacional.

El trabajo, liderado por el presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, Mario Suárez Melo, fue presentado por el ex ministro Jorge Ramírez Ocampo, director del proyecto, quien advirtió que si Colombia quiere alcanzar el año 2025 decorosamente debe aclimatar la paz, reconquistar el desarrollo y lograr un crecimiento económico mínimo del 5.5 por ciento al año, mejorar la capacidad para generar o asimilar tecnología competitiva, retomar al hábito del ahorro, globalizar las relaciones comerciales, actualizar la infraestructura portuaria y de comunicaciones, reconocer que el nuevo campo del empleo es el sector de los servicios, y lograr la descentralización como elemento clave de progreso.

Dentro de ese plan de acción, los expertos formularon cinco grandes estrategias: inserción de Colombia en la economía mundial, buscando un mayor acercamiento con los países de la Cuenca del Pacífico; aceleración del crecimiento económico, mediante una profundización del modelo de apertura económica; reorganización de los sectores productivos, con énfasis en la reconversión del aparato industrial; mejoramiento del marco social y la calidad de vida, y reordenamiento político e institucional.

Algunas de las principales conclusiones sobre lo que será la Colombia del próximo siglo son las siguientes:

POBLACION
Será de 54.280.617 en el año 2025, lo que representa un aumento de más de 24 millones de habitantes durante los próximos 35 años. La población urbana será el 77.5 por ciento, es decir, unos 42.6 millones de habitantes, mientras 12.219.086 personas vivirán en el campo. En Bogotá. Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga se agrupará el 31 por ciento. En 30 ciudades se aglutinará el 90 por ciento: Medellín y el valle de Aburrá, Bogotá, Cúcuta, Bucaramanga con Girón y Floridablanca, Barranquilla y Soledad, Cartagena, Pereira con Santa Rosa y Dosquebradas, Cali con Yumbo, Tunja, Manizales con Villamaría, Valledupar, Girardot, Santa Marta, Armenia con Calarcá, Barrancabermeja, Ibagué, Buenaventura, Buga, Sogamoso con Nobsa, Popayán, Montería, Neiva, Villavicencio, Pasto, Sincelejo, Palmira, Tuluá, Cartago, Quibdó y Riohacha.

La tasa de crecimiento anual se estabilizará en el uno por ciento en el 2025.
Los jóvenes apenas serán una cuarta parte del total de la población y los viejos de más de 60 años serán el 11 por ciento del total (de 1.8 millones a seis millones). Eso representará un cambio de enfoque: disminución de la demanda educacional y mayor oferta de servicios de capacitación y seguridad social. La fecundidad que en 1985 arrojaba 3.3 hijos por mujer, pasará en el 2025 a dos hijos por mujer.

VIVIENDA
De 6.6 millones de hogares existentes en 1990, habrá 15.5 millones en el año 2025, lo que requerirá que el país construya en promedio 254 mil viviendas nuevas cada año (contra 100 mil de hoy), es decir, mínimo un millón de soluciones habitacionales en cada cuatrienio presidencial. De ellas el 67 por ciento corresponderá al nivel