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(AP Photo/Seth Wenig)
(AP Photo/Seth Wenig) | Foto: AP

Economía

¿Está amenazada la estabilidad económica de Nueva York por cuenta del teletrabajo?

La ‘capital del mundo’ ha llegado a niveles históricos de desocupación de oficinas y los expertos creen que la recuperación está lejos y no será completa.

2 de abril de 2021

La pandemia del coronavirus aceleró la implementación de tecnologías para los trabajos remotos y la migración de las empresas a un estilo de trabajo más flexible, que no requiere que los empleados estén concentrados en un mismo lugar o una misma ciudad para cumplir con sus funciones.

Este fenómeno, que ha sido celebrado por muchos, es también el talón de Aquiles de algunos sectores económicos como el de finca raíz y los grandes espacios comerciales en donde operan las principales empresas de países como Estados Unidos. Los ojos están ahora sobre Nueva York, ciudad que reúne a los grandes actores financieros de este país y que desde 2020 ha sufrido un éxodo de sus ciudadanos.

Las cifras del Servicio Postal de los Estados Unidos señalaron que en ocho meses de 2020 por lo menos 300.000 neoyorquinos migraron y solicitaron un cambio de dirección.

Pero este no es el único síntoma, pues empresas de gran calado como Spotify, que tiene 16 pisos arrendados del World Trade Center por un valor que supera los US$2 millones de dólares mensuales, ya comunicó que la mayoría de sus empleados podrán trabajar desde cualquier parte del mundo y con el mismo salario que tenían en la Gran Manzana.

Una encuesta publicada por The Partnership for New York City, que reúne a gran parte de los grandes empresarios de la ciudad, señaló que solo el 10 % de los empleados de esta urbe están trabajando en sus oficinas, y un pronóstico medianamente positivo indicaría que para septiembre de 2021, si la vacunación sigue avanzando y mostrando efectividad, el 45 % de los trabajadores regresaría a su sitio de trabajo, aunque con jornadas más flexibles.

Uno de los ejemplos que se presentaron en el informe es el de JP Morgan Chase, uno de los principales bancos del país y que emplea a por lo menos 20.000 personas en Nueva York. El modelo de la empresa, aunque no se ha divulgado de forma masiva, indica que se trabajará de forma intermitente en las oficinas y que su nómina estará gran parte del tiempo en su casa.

Según lo han revelado los medios internacionales, es tal el efecto del teletrabajo que JP Morgan está ofertando para subarrendamiento espacios que suman en total 65.000 metros cuadrados en Manhattan, una tendencia que los expertos creen que no se va a recuperar.

Saint Patrick’s Day.
Un peatón con una máscara protectora posa afuera del Dramaturgo Celtic Pub el día de San Patricio en el centro de Manhattan, el miércoles 17 de marzo de 2021, Nueva York. Foto: AP / John Minchillo. | Foto: AP

Y es por esta misma razón que las autoridades neoyorquinas están en alerta, pues es el mercado inmobiliario uno de los sectores que mayor recursos aporta al Ayuntamiento de la ciudad para su sostenimiento público y las pérdidas podrían ser de hasta US$2.500 millones de dólares anuales.

Es tal la magnitud de la crisis económica que se prevé a futuro que el mismo alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, decretó que a partir del 3 de mayo de este año la mayoría de los empleados de la ciudad deberán volver a las oficinas, es decir, una medida que podría impactar a por lo menos 80.000 ciudadanos.

Aunque para el mandatario esta es una medida “esperanzadora” y habla de la reapertura de la ciudad y su recuperación tras la crisis de la pandemia.

Los expertos se han decantado por señalar que es momento de repensar el modelo económico de la ciudad, que deje de estar basado en las empresas y las oficinas y se concentre en los hogares, pues el mismo trabajo remoto que ha cobrado protagonismo en el mundo podría hacer que muchas personas cumplan su sueño de vivir y trabajar desde Nueva York.

Al tiempo, académicos de la Universidad de Columbia y la Universidad de Nueva York han señalado en algunos informes que ese éxodo de ciudadanos será también determinante para solucionar los problemas de transporte y tráfico que tiene la ciudad, mejorando la calidad de vida.