José Manuel restrepo Ministro de Hacienda y Crédito Público
José Manuel Restrepo, Ministro de Hacienda y Crédito Público. | Foto: Juan Carlos Sierra-semana

ENTREVISTA

La austeridad no debe ser un tema solo del gobierno central: Minhacienda

La apuesta del ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, es lograr la pronta aprobación de la nueva tributaria. Gasto social y crecimiento económico serán claves.

5 de junio de 2021

Cinco semanas han transcurrido desde que se cayó la reforma tributaria y salió del cargo el entonces ministro Alberto Carrasquilla. Como las necesidades económicas, sociales y fiscales no dan espera, el nuevo ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, avanza en la concertación del nuevo proyecto para llevarlo al Congreso y conseguir su aprobación. Estas son sus apuestas.

DINERO: ¿Qué avances ha logrado en la construcción del nuevo texto de la tributaria?

José Manuel Restrepo: El día que se retiró la reforma de transformación social sostenible se hizo un llamado para buscar consenso con distintos sectores del país: políticos, academia, empresarios, gremios, los jóvenes, las organizaciones sociales e Iglesias. Esta tarea tiene como base tres derroteros fijados por el presidente Duque: primero, lograr que Colombia tenga un compromiso con lo social, con los más vulnerables afectados por el impacto de la pandemia; segundo, avanzar en un proyecto que dé estabilidad a las finanzas públicas y enviar este mensaje a los mercados internacionales; y, tercero, que la propuesta contribuya al crecimiento y a la reactivación económica.

DINERO: ¿Qué avances han logrado hasta el momento?

J.R.: Hemos sostenido reuniones con representantes de toda la sociedad y encontramos varios consensos. Por un lado, se necesita una propuesta de inversión social que atienda a los más vulnerables, a los jóvenes que no han entrado al mercado laboral y a los que buscan acceso a la educación superior gratuita. También que apoye a los informales, a quienes reciben ayudas de programas como Ingreso Solidario, y a las micros y pequeñas empresas. Sabemos que esta propuesta debe ser del orden de 14 billones de pesos, porque debe atender las necesidades sociales y la sostenibilidad fiscal. Y, finalmente, tenemos claro que no se puede tocar la clase media, el IVA ni el tema pensional, como tampoco aumentar la base de quienes pagan renta. El consenso nos indica que esta vez hay que recurrir a los sectores más pudientes de la sociedad, quienes serán los que más aporten. Esto lo han propuesto gremios como la Andi, que planteó una iniciativa que ha sido acogida por partidos políticos y sindicatos.

DINERO: Además del componente de recaudo, ¿qué otros temas incluirá?

J.R.: Hay un capítulo de austeridad, con ejemplo del Gobierno, para que el gasto atienda las preocupaciones más importantes. Y otro que busca bajar la evasión fiscal. Estos son los elementos que de manera más recurrente han aparecido en nuestros procesos de concertación.

DINERO: El tiempo apremia. ¿Alcanzarán a radicarla en esta legislatura?

J.R.: Queremos aprovechar al máximo esta legislatura, sobre todo para conseguir consensos. Y, si se necesita otra legislatura, esperamos que el proyecto llegue el 20 de julio y se apruebe en un mes a partir de su presentación. Tenemos urgencia, porque hay programas sociales que no dan espera, como el Paef –de ayudas al empleo formal–, o extender educación gratuita a los jóvenes más vulnerables, o darles una oportunidad laboral, o los programas de transferencias monetarias, como el Ingreso Solidario. En ese orden de ideas, tenemos que aprovechar al máximo esta legislatura. También les hemos dicho a las calificadoras de riesgo que aquí lo importante no es presentar una iniciativa a la carrera, sino que esta tenga consenso para que surta el proceso de manera sencilla, sin generar traumatismos.

DINERO: En la anterior reforma lo técnico era prioridad. ¿Ahora es lo social?

J.R.: Creo que ningún proyecto de ley puede ser ajeno al contexto en el cual se implementa. No puede presentarse solo desde la perspectiva estricta de lo técnico y descuidar el entorno en el que se desarrolla. No puede ser ajeno a la realidad, al sufrimiento de quienes perdieron el empleo, de las empresas afectadas o de la informalidad. Además, en pandemia a unos les fue mejor que a otros, y hay quienes pueden contribuir más. Y propuestas como las de la Andi y el Consejo Gremial muestran que hay interés por contribuir con un propósito social.

DINERO: ¿Cómo planean convencer a las calificadoras de que las finanzas van por el camino correcto?

J.R.: Una reforma que dé estabilidad a las finanzas públicas y a lo social es una reforma exitosa, y transitará en el Congreso con la garantía de que va a funcionar. En simultánea, tenemos que seguir haciendo el esfuerzo por impulsar el crecimiento económico. En el primer trimestre, Colombia fue uno de los países de la Ocde que más creció y uno de los que tiene mejor expectativa de crecimiento: 7,6 por ciento. Estamos haciendo un gran esfuerzo en recuperar indicadores básicos, como el empleo, las exportaciones y la inversión.

DINERO: ¿Qué decisiones planean tomar en materia de austeridad?

J.R.: La realidad de las finanzas públicas muestra que 80 por ciento del gasto es inflexible por razones constitucionales o legales. Sin embargo, debe haber un compromiso de austeridad; mi meta es que a través del ejercicio de austeridad el Gobierno pueda representar entre 15 y 20 por ciento de la totalidad del recaudo del proyecto de ley de inversión social, es decir, casi una quinta parte.

Esto significaría arrancar con un recorte de 1,8 billones de pesos por año, de tal forma que en diez años se pudiera llegar a recoger 3 por ciento del PIB. ¿Cómo? Controlando el crecimiento de la burocracia, restringiendo los cambios en la planta de personal a menos que sean a cero costo, optimizando el pago de horas extras, más eficiencias en restringir viáticos y viajes, porque el mundo de hoy es digital. Se puede restringir arrancando con un porcentaje hasta que, en unos años, sea de 50 por ciento. Pero no debe ser solo el Gobierno central. En el Congreso y otros actores públicos, incluidas las entidades territoriales, debe hacerse el mismo ejercicio. Aquí debe haber un esfuerzo generalizado de austeridad.

DINERO: ¿Qué expectativas tienen frente al crecimiento de la economía?

J.R.: En el primer trimestre, Colombia creció por encima de las expectativas que tenían el Gobierno, los analistas y actores representativos de las finanzas. Esa tasa de crecimiento desbordó cualquier idea que pudiéramos tener anticipadamente, a tal punto que la estimación de crecimiento que tenemos hoy es de 5 por ciento. Y puede ser mayor porque estamos haciendo el cálculo a través del Marco Fiscal de Mediano Plazo. Las expectativas de entidades como el FMI, el Banco Mundial, el Banco de la República y la Ocde están muy por encima de las del Gobierno nacional. Eso habla de que el país puede crecer más allá del impacto de desaceleración derivado de los cierres de vías y actos vandálicos. De todas maneras, Colombia crecerá por encima del 5 por ciento este año, y esa es una buena noticia, porque significa más ingresos fiscales, importantes para estabilizar las finanzas públicas.

Finanzas, economía, bolsa de valores, cifras.
Esa tasa de crecimiento desbordó cualquier idea que pudiéramos tener anticipadamente, a tal punto que la estimación de crecimiento que tenemos hoy es de 5 por ciento. | Foto: Getty Images/Cultura RF

DINERO: ¿Qué tanto golpeará las finanzas públicas el paro nacional?

J.R.: No diría por el paro. Soy demócrata, y este Gobierno cree firmemente en el derecho legítimo a la protesta. Uno tiene que ser empático y entender que hay una cantidad de personas y sectores sociales que se están manifestando, porque tienen preocupaciones genuinas y válidas. Distinto es el impacto que generan los pequeños grupos que cierran o bloquean las vías y causan daños a la infraestructura pública o privada. Esos costos, según nuestras cuentas, son de 10,8 billones de pesos. Esa cifra no dice nada, pero es como si le quitáramos a cada familia en Colombia un millón de pesos. Significa también un menor recaudo fiscal de 1,4 billones de pesos. Dicho de otra manera, es como si hoy tuviéramos 4 millones de empleos protegidos con subsidios a la nómina y de un momento a otro se eliminan.

DINERO: ¿Y cuánto costarán las exigencias del Comité del Paro?

J.R.: Hay que esperar a que se active la mesa de negociación. Sin embargo, hay temas como la universalización de la educación superior y generación de empleo para los jóvenes que ya estamos implementando. Otros como la transferencia monetaria de 1 a 1,5 millones de pesos mensuales por familia, por un año, hay que ponerle realismo y verificar la capacidad de recursos. Estamos hablando que podría costar casi 100 billones de pesos. Y tengo que decirles a los colombianos que el país recauda al año 140 billones en impuestos, o sea que es imposible financiar algo de 100 billones al año.

DINERO: Con el golpe a las finanzas regionales, ¿cómo pueden ser austeras?

J.R.: Siempre hay más posibilidades de ser más eficientes en el gasto público. Se puede ahorrar en cosas evidentes: si antes tenían unos gastos de viajes destinados, ahora se pueden hacer conversaciones digitales y ahorrar, también se pueden bajar costos de publicidad. Cada cual debe ver dónde hay espacio para recortar. Eso sí, hay que seguir privilegiando el gasto social.

DINERO: ¿Cómo va el proceso de ventas de activos y privatizaciones?

J.R.: Hay unas optimizaciones de activos incluidos en el Marco Fiscal, y tenemos que seguir trabajando en materializar lo ya planificado. En simultánea, tenemos que buscar a través de una reforma caminos que nos permitan vender activos que, por ejemplo, estaban en manos del narcotráfico y hoy administra el Estado.

DINERO: ¿Cómo va la venta de ISA?

J.R.: Sigue su trámite. Están en valorización del activo, y a partir de allí hay que definir el valor justo por una entidad independiente. Se está cumpliendo con trámites y tiempos programados. Esa plata debe salir para este año, como está contemplado en el Marco Fiscal.