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Análisis

¿Qué perspectivas trae 2021?

La semana pasada se realizó el primer Foro Perspectivas Colombia 2021 en alianza entre McKinsey & Company y Women In Connection Colombia, una organización de mujeres líderes que busca trascender en el empoderamiento de las mujeres y su rol en el sector público y privado para contribuir a la equidad de género, la diversidad y la inclusión.

27 de enero de 2021

En el evento participaron diversos panelistas reconocidos como Rosario Córdoba, Juan Carlos Echeverry, Mónica Contreras, María Fernanda Suárez, María Lorena Gutiérrez, Nicolás Uribe y Sol Beatriz Arango, entre otros. Los temas tratados fueron igual de variados, incluyendo un panorama macroeconómico del país, perspectivas sobre la educación y el futuro del trabajo, la importancia del liderazgo en momentos de crisis y los retos para entender al nuevo consumidor en Colombia, entre otros. Estas son algunas de las claves que dejaron los panelistas en el foro.

LAS CLAVES PARA LA RECUPERACIÓN

Confianza del consumidor e inclusión financiera

Una de las claves para la recuperación en 2021 será lograr incrementar la confianza del consumidor colombiano. La pandemia ha servido para corroborar algunas ideas que ya venían ganando fuerza, como la importancia de las marcas con propósito, la centricidad en el consumidor y la necesidad de adaptarse muy rápidamente para satisfacer las necesidades de los consumidores.

Independiente de su nivel socioeconómico, hoy existe un consumidor mucho más informado: “La tecnología se volvió el hilo conductor en el proceso de toma de decisiones de los consumidores e impulsó su aprendizaje en el mundo digital para acceder a distintos bienes y servicios”, compartió Juan Pablo Consuegra, director de Facebook para Colombia.

Adicionalmente, uno de los ejes fundamentales para la recuperación de la confianza del consumidor será la inclusión financiera, en donde, según los estudios de McKinsey & Company, Colombia está en un 83 % de penetración en cuentas de ahorro frente a países desarrollados que se encuentran cerca del 100 % y con niveles mucho más bajos de penetración en productos financieros como el crédito. Además, se evidencian brechas importantes frente al nivel de bancarización en mujeres y en poblaciones rurales, en parte por las brechas de conectividad en algunas zonas.

No obstante, con la aceleración digital que resultó de la pandemia en 2020 se observó un crecimiento en pagos digitales, en creación de nuevas aplicaciones y en la proliferación de Fintechs, convirtiendo a Colombia en una de las geografías con mayor potencial de disrupción. Para que se mantenga esta tendencia de crecimiento en el año 2021, se discutió sobre cómo los distintos actores del ecosistema financiero (tanto a nivel privado como público) deben trabajar para construir un ecosistema que aumente la confianza del consumidor y permita romper las barreras de la formalización.

Recuperar el mercado laboral

Durante 2020 se vieron grandes esfuerzos por mantener empleos; pese a esto, la tasa de desempleo en Colombia subió de -10 % a -17 %; retornar a tasas de un solo dígito será una tarea pendiente que tomará protagonismo en este 2021.

Una posible fórmula es la articulación el sector educativo con el empresarial. Según los panelistas, es fundamental desarrollar una relación que permita tener información actualizada acerca de las demandas del mercado laboral con mayor claridad acerca de las destrezas y competencias necesarias, que permita generar ofertas pertinentes, no necesariamente enfocadas en títulos profesionales, sino técnicos, modulares y de corto plazo.

Redefinir las formas de trabajar

Durante el año pasado, la velocidad de adaptación marcó una diferencia sustancial entre aquellos que “se reinventaron” y los que se quedaron atrás. Los más determinados lograron redefinir rápidamente nuevas formas de trabajar y nuevas relaciones con sus clientes y consumidores. Esto incluye adaptabilidad en procesos, generación de capacidades para trabajo remoto e implementación de medidas de bioseguridad para asegurar la operación en funciones que requieren presencialidad.

Abrir la mente en ese sentido ha llevado a muchos a dejar de pensar en jerarquías y empezar a hablar de redes. En el corto plazo, es preciso continuar explorando recetas de modelos híbridos de trabajo (entre presencial y remoto), no pensando en funciones completas, sino analizando las tareas y actividades de cada cargo. Como lo dijo María Isabel Botero, vicepresidenta de Recursos Humanos de Scotiabank, “se requiere una gestión de cambio y liderazgo total mediante capacitaciones que les permita a las personas seguir transformando sus habilidades”.

Contar con el liderazgo necesario (alta gerencia y junta directiva)

El liderazgo toma mayor relevancia en contextos de incertidumbre, pues su tarea se convierte en aportar claridad y generar el momentum para que las personas eviten la parálisis y recuperen la confianza. Por consiguiente, el liderazgo que se empezó a esbozar en 2020 y continúa en 2021 es un liderazgo determinado; que no busque volver a las formas conocidas de operar, sino que aproveche que “las crisis son las grandes matrices de liderazgo”, como dijo Juan Carlos Echeverry, y aprenda de las crisis para salir de ellas mucho más fortalecido.

En el liderazgo se requiere una dosis de audacia. Esa actitud es necesaria y útil para llevar a sus organizaciones a tomar las medidas de cambio que la oportunidad amerita, no para volver a la “normalidad pre-covid”. Teniendo esto en cuenta, los líderes pueden apoyarse en sus juntas directivas, que también deben entender su papel fundamental en esta etapa de cambios acelerados, en especial su capacidad para balancear la respuesta en el corto plazo con la visión a largo plazo. Hoy en día las juntas más exitosas son aquellas que no se limitan a ver presentaciones y aprobar iniciativas, sino aquellas que se han convertido en foros de discusión de temas críticos y estratégicos, como los frentes de ambiente, gobernanza y sociedad (AGS), y que velan por una propuesta de valor sostenible, que involucre a los stakeholders sin olvidar la rentabilidad.

Estas son apenas algunas de las reflexiones que resultaron de este primer foro de 2021. Junto con Women in Connection, desde McKinsey & Company esperamos continuar con este tipo de conversaciones abiertas que permiten construir país, escuchar distintas voces y entender que en la diversidad está la fortaleza de la sociedad.

*Por: Ángela Samper y Cristina Gómez Clark, socia y socia asociada de McKinsey & Company.