A menudo los empresarios se encuentran solos en el momento en que quieren darle vida a sus empresas.

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¿Qué es el síndrome de soledad del empresario y cómo superarlo?

Los emprendedores se enfrentan a diferentes retos en el momento de proyectar sus negocios a futuro y muchas veces no cuentan con el equipo de trabajo suficiente para afrontarlo.

23 de abril de 2021

Crear empresa en Colombia requiere de diversos esfuerzos que deben hacer los diferentes empresarios para darle vida y continuidad a sus nacientes compañías.

Además, a esto se le suma un escenario retador como es el de la pandemia. De hecho, de acuerdo con el informe de Insolvencia de Colombia de la Superintendencia de Sociedades, la emergencia sanitaria redujo en cerca de 54.000 el total de empresas activas, cuando se proyectaba contar con 40.000 unidades productivas nuevas para este año.

Sumado al escenario coyuntural, los empresarios se enfrentan a otro tipo de retos y uno de ellos es el llamado síndrome de soledad empresarial, que consiste en tener a su cargo la toma de decisiones desde diferentes áreas sin tener conocimientos en ello.

Un emprendedor a menudo tiene una buena idea y una hoja de ruta inicial para darle vida; sin embargo, no conoce muchos de los pasos que debe seguir a nivel administrativo, financiero y legal y, como es una empresa que está naciendo, no cuenta con el presupuesto para pagarle a un equipo más robusto que sepa sobre los temas en los que no es fuerte el empresario.

Esa saturación de trabajo cotidiano en áreas que no siempre son conocidas por los empresarios, impide que estos proyecten sus negocios hacia el futuro y por lo tanto, como resultado, los negocios y sus dirigentes terminan atrapados en el día a día, sin posibilidad de proyección.

De acuerdo con la plataforma Viliv, el empresario llega a tal punto de soledad que no sabe cómo agrandar su negocio o proyectarse a largo plazo porque está concentrado en los proceso administrativos y legales que desconoce.

“El proceso de crecimiento de una empresa es complejo porque, en principio, la mayoría de esfuerzo y planeación viene de una o pocas personas. A través de esta soledad comienza el círculo vicioso de la sobrecarga de trabajo que le dificultará al empresario tomar decisiones acertadas y proyectarse hacia el futuro, pues toda su capacidad está enfocada en sobrevivir al hoy”, afirma Andrés Villegas, CEO de Viliv.

¿Cómo enfrentarlo?

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La emergencia sanitaria redujo en cerca de 54.000 el total de empresas activas, cuando se proyectaba contar con 40.000 unidades productivas nuevas para este año en el país. | Foto: Getty Images/iStockphoto

De acuerdo con Villegas, existen diferentes claves para poder enfrentar el síndrome de soledad del empresario y alcanzar el potencial de su nuevo negocio, así como proyectarlo a futuro.

1. Enfocarse en lo realmente importante

Ante una multitud de microtareas diarias, es muy fácil perder la perspectiva de futuro de su negocio. Aunque esté rodeado de pequeñas tareas, concentre sus energías y sus esfuerzos en los clientes y proyectos con mayor potencial. Busque dentro de su equipo (o fuera de él) personas idóneas que lo ayuden con tareas cotidianas. Enfóquese en su norte y busque un equipo que reme a su lado.

2. Busque canales de crecimiento que sean afines a sus clientes objetivos

Existen muchos canales que pueden ayudarlo a crecer en su empresa. Pero si tiene un equipo pequeño y trata de abordarlos todos, va a perder la oportunidad de aprovechar los que realmente le sirve. Identifique cuál es ese canal que lo va a ayudar a crecer ¿Son las grandes superficies? ¿Es el comercio en línea? ¿O es mejor sumarse al canal de ventas de un tercero? Analice dónde está su segmento objetivo y concéntrese en él.

3. Aprenda a delegar

Delegar es una de las maneras más estratégicas para acelerar el crecimiento. “El miedo a dejar que otros colaboren, es muy normal y a muchos nos pasa, porque significa ‘soltar el control’, confiar en otra persona, invertir en crecimiento, arriesgarse a cometer errores, todo esto da miedo. La cuestión es que si nunca nos permitimos ayuda extra, el límite somos nosotros. Porque si tenemos que ocuparnos de todo, siempre acabaremos haciendo del trabajo diario una prioridad, Y no tendremos tiempo para pensar en cómo crecer, planificar el futuro y crear cosas nuevas”, concluye Andrés Villegas.