ABRAN LAS VENTANAS

30 de marzo de 1992

A GRANDES MALES, grandes remedios. El último proyecto para sanear la atmósfera de la ciudad de México parece de Julio Verne. A un costo de 100 millones de dólares, la idea es producir unos gigantescos "tornillos de aire " de entre 50 y 200 metros de altura. Esos "tornillos" serían provocados por unos 100 ventiladores de 50 metros cuadrados de superficie. Se piensa disipar así el bióxido de azufre, el monóxido de carbono, el ozono y el óxido de nitrógeno producto de las 30 mil industrias y los tres millones de automotores de la ciudad y por cuenta de la configuración encerrada de su entorno geográfico. Hoy no es saludable practicar deportes al aire libre en la capital.