Carrera de obstáculos

6 de marzo de 2010

No han sido los mejores tiempos para la industria automotriz mundial. Despidos, cierre de plantas, pérdidas millonarias, planes rescate de los gobiernos; todo por cuenta de la crisis económica. Y como si faltaran los problemas, ahora los estándares de seguridad con que las compañías han fabricado algunos de sus modelos se han puesto en entredicho. General Motors anunció la semana pasada que retirará del mercado 1,3 millones de carros para corregir un problema en la dirección asistida. El anuncio causó sorpresa, no sólo porque se trata de la principal firma automotriz de Estados Unidos, sino porque es apenas una más dentro de una larga lista de novedades que otras firmas del sector han registrado en las últimas semanas. Toyota también llamó a reparación a casi 1,6 millones de vehículos por una falla en las mangueras de aceite. Esta misma firma había anunciado el retiro de varios modelos, por cuenta de un error en el diseño de un tapete que bloqueaba los frenos. Fueron revisados al menos ocho millones de vehículos en todo el mundo. Nissan, Susuki, Mazda y Daihatsu han empezado a revisar varios de sus modelos, por fallas puntuales. Es evidente que algo pasa. Una de las hipótesis es que en la urgencia por acomodar sus finanzas, las compañías relajaron sus políticas de seguridad en algunos modelos. Un problema demasiado serio al que habría que ponerle freno inmediatamente.