CIELOS ABIERTOS

TREINTA AÑOS han pasado pero muchos recuerdan al piloto norteamaricano Gary Powers, derribado en 1961 con su avión U-2 sobre suelo sovietico, cuando llevaba a cabo un vuelo de espionaje. La semana pasada se firmó un tratado internacional que hace que ese capítulo haya quedado cerrado para siempre. A partir de su ratificación, los territorios de los países firmantes estarán abiertos a vuelos de reconocimiento por aviones de vigilancia electrónica sobre la actividad militar de los respectivos países. Para Estados Unidos y Rusia, las mayores potencias militares que forman parte del acuerdo, el tratado permitirá la realización de 42 sobrevuelos sobre el territorio de la otra.