CINCO SEMANAS

18 de noviembre de 1991

YA HAN PASADO cinco semanas y nadie tiene noticias sobre la suerte de Cristian Edwards, hijo del dueño del diario El Mercurio, secuestrado en Santiago de Chile. Lo único que se tiene es un anónimo en el que se recomienda a sus parientes esperar. Entre tanto, van descartándose las hipótesis. Una de ellas se refería a un canje por izquierdistas encarcelados por Pinochet. También se ha hablado del traslado suprebticio de Edwards a Estados Unidos, donde residió hasta hace poco, e incluso el diputado Jaime Naranjono descartó la intervención de ex agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (brazo represivo de Pinochet). Pero ante la inexistencia de mejores indicios, el caso sigue llevando el simple rótulo de