EL OPIO DE LOS PUEBLOS

16 de mayo de 1994

En china, donde todavía los comunistas sostienen que la religión es el opio de los pueblos,las manifestaciones piadosas se están multiplicando en un nivel sin antecedentes. En Shanghai, por ejemplo, la catedral de Xujiahui se llena los domingos, pero muchos temen esa tolerancia. Sin embargo, el mes anterior Beijing prohibió a los extranjeros el adoctrinamiento y expulsó a siete misioneros cristianos de la secta Pentecostal. Al mismo tiempo, han aumentado las detenciones de líderes católicos chinos, sobre todo en la provincia de Shangxi, donde la fé ha progresado mucho más allá de lo que reconoce el gobierno. Si ello se une al crecimiento de la militancia musulmana, a la que se está reprimiendo a sangre y fuego, hay que concluir que el fenómeno se está haciendo inatajable.-