El perdón de los ricos

Rescatar a África de la deuda que tiene con los organismos multilaterales es una cosa. Pero pensar que esa condonación por parte de los ocho países más ricos del mundo es un acto exclusivo de generosidad es otra bien diferente. En primer lugar, el costo real del perdón de esos 40.000 millones de dólares de deuda en libros sólo va a ser de 17.000 millones. Además, los países desarrollados no empezarán a meterse la mano al bolsillo sino en 2008 para cubrir las pérdidas del Banco Mundial y del Banco Africano de Desarrollo. Eso hace que este acuerdo sea políticamente una ganga para varios de los jefes de Estado y de gobierno que acudieron la semana pasada a la cumbre del G-8. Además, el acuerdo tampoco es que sea la panacea para los países beneficiarios. La deuda externa de África, por ejemplo, alcanza los 296.000 millones de dólares, lo que implica que la condonación, en el mejor de los casos, sólo reduce el pasivo en poco más del 16 por ciento.