EL TREN VOLADOR

22 de septiembre de 1997

Los conductores de los trenes surafricanos tienen una queja que podría llevarles a la huelga: no resisten las nubes de marihuana que salen de los vagones de pasajeros. Cuando el sindicato tomó cartas en el asunto y decidió exigir a la empresa alguna solución, ésta comenzó a instalar extractores de aire en la línea que sirve al puerto de Durban, en la costa este del país. Como la medida no resultó ser una solución, pues el humo siguió llegando a las narices de los maquinistas, la compañía planea vigilar estrechamente el compartimiento que queda cerca de la locomotora o declararlo reservado. Pero con los grupos étnicos que reivindican fumar marihuana como parte de su cultura y que propenden por su legalización, el problema parece no tener salida.