FUSILADO

24 de febrero de 1992

DE NADA VALIERON las protestas de la comunidad cubano-Norteamericana de Miami, ni las presiones internacionales. El lunes fue fusilado Eduardo Díaz Betancourt, cabecilla del grupo que se infiltró en Cuba a finales de diciembre del año pasado. Mientras en la Florida se lanzaban amenazas contra el régimen de Fidel Castro dejando claro que la reconciliación de las dos comunidades cubanas es extremadamente difícil se barajaban también teorías según las cuales Díaz sería en realidad un agente de Castro que llegó a Miami en mayo con el propósito de organizar una "invasión" y desaparecer.
Esa tesis, sin embargo, es descartada por fantasiosa. Aunque la invasión podría servir a los propósitos de La Habana, pocos creen que el país quisiera ponerse en el centro de las críticas internacionales, cuando lo que necesita es el apoyo de los pocos amigos que le quedan. Por otra parte, quienes asistieron al reciente encuentro de protagonistas de la crisis de los misiles de 1962, que se llevó a cabo en La Habana, señalan el acercamiento entre los norteamericanos y los cubanos, que dejaron a los rusos en un tercer plano. Podrá haberse tratado de una, reunión informal. Pero que Robert McNamara, secretario de defensa de Kennedy se haya dado palmadas en el hombro con Raúl Castro, no deja de tener su significado.