La pelea es peleando

15 de marzo de 2008

El golpe que recibió el gobierno por el caso Granahorrar fue demasiado duro como para quedarse con los brazos cruzados. Cuatro meses después de haber sido condenada la Nación a pagar cerca de 228.000 millones de pesos a los ex dueños del entonces banco hipotecario, el gobierno presentó dos tutelas en las que pide se revoque la sentencia condenatoria de la sección cuarta del Consejo de Estado.

Con filigrana armó el gobierno su estrategia de defensa. Una de las tutelas fue interpuesta por el abogado Hugo Palacios Mejía, a título de la Superfinanciera, y la otra por el ex magistrado Eduardo Cifuentes, a nombre del Fogafín. El gobierno argumenta que la sentencia del Consejo de Estado que lo condenó desconoció que la acción había caducado cuando se presentó la demanda por parte del Grupo Carrizosa, pero también que no tuvo en cuenta las reglas constitucionales sobre responsabilidad del Estado por daños. Cabe recordar que el antiguo Granahorrar entró en graves problemas de liquidez en 1998 que lo llevaron a la insolvencia, y a pasar a manos del Fogafín.

Mientras se resuelve esta tutela, como la sentencia está en firme, corren intereses de mora. El Superintendente Financiero señaló que están haciendo los trámites presupuestales necesarios para cumplir con la gravosa condena.