La revolución de las barras

8 de agosto de 2004

El humilde código de barras, ese rectángulo de líneas y espacios presente en todos los productos e indescifrable para los humanos, se suma a la marcha forzada de la globalización. En todos los comercios de Estados Unidos, los lectores de códigos de barras de las cajas deberán leer el estándar universal de código de barras para el primero de enero de 2005. El cambio representa un pequeño gol de Europa, que esta vez ganó en el tironeo con Estados Unidos por las normas comerciales y técnicas. De ahora en adelante el estándar internacional de código de barras será el de los europeos (European Article Numbering Code), ganador frente al de Estados Unidos (American Universal Product Code). La diferencia entre ambos es una cuestión de dígitos: mientras que el de Europa tiene 13 números, el de Estados Unidos tiene 12. Como en casi todo el mundo el sistema europeo es más usado, los estadounidenses debieron rendirse ante esta realidad. La globalización, al menos del código de barras, finalmente triunfó.