Mafia consular

3 de octubre de 1994

Es estallido de la bomba en el centro judío de Buenos Aires hace un mes, acaba de salpicar al ministro del Interior de Paraguay, Carlos Podesta, quien podría perder su puesto. Tan singular efecto se produjo cuando se descubrió, en las investigaciones por el atentado, que en Paraguay existe una verdadera mafia consular que permite a cualquier persona conseguir visa o nacionalizarse en ese país mediante el pago de sobornos. Las denuncias de la prensa paraguaya revelaron la facilidad con que, por ese conducto, chinos y libaneses legalizan su permanencia en Latinoamérica. Las publicaciones destaparon una olla podrida en la que el ministro Podesta habría recibido al menos 20.000 dólares mensuales.