MATAR AL MARISCAL TITO

2 de agosto de 1993

LOS SOVIETICOS TEnían un plan novelesco para asesinar al mariscal Josip Broz "Tito", el líder histórico de la fenecida Yugoslavia.
Según reveló el historiador ruso Dmitri Volkogonov asesor militar de Boris Yeltsin el dictador Josef Stalin estaba furioso con Tito desde 1948 cuando el yugoslavo, sin dejar de ser comunista, dejó de cumplir órdenes de Moscu.
El ministerio de seguridad soviético encargó el diseño del plan a Josif Grigulecich, conocido con el nombre clave de "Max", quien estuvo detrás del asesinato del archirrival de Stalin, León Trotsky en 1940.
Para realizar su misión, Max concibió medios delirantes: Liberar una bacteria mortal en una recepción oficial (que hubiera causado la muerte de todos en el salón) o regalarle una caja de música que al ser abierta lanzara un gas letal. Una pluma fuente o un encendedor envenenado completaban el panorama de alternativas.
Según Volkogonov, la muerte de Stalin en 1948 impidió que el plan se llevara a cabo, lo que permitió que Tito viviera hasta 1980.