MOSCU SE DERRITE

9 de agosto de 1999

Aunque temperaturas de 32 grados centígrados no impresionan a nadie en el trópico, en
Moscú pueden resultar catastróficas. Y lo cierto es que la capital rusa, que es extremadamente fría
casi todo el año, está experimentando una ola de calor sin precedentes. Al punto que los transeúntes
ya están bañándose en las fuentes públicas, como pasa por estos días también en Washington.