Nuevo Hitler?

20 de abril de 1992

EUROPA OCCIDENTAL vive el florecimiento de movimientos de extrema derecha, que crecen al amparo de la incertidumbre creada por la caída del bloque comunista y blanden banderas racistas que piden la expulsión de los inmigrantes tercermundistas. Al contrario de los alemanes o los escandinavos, que tienen más publicidad que votos, en Francia el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen es el grupo político de mayor crecimiento electoral, al punto que acaba de obtener una votación sin precedentes en las elecciones regionales de Lyon, la segunda ciudad del país. Los analistas explican el fenómeno por la personalidad de Le Pen, quien galvaniza a sus audiencias con técnicas de televangelista norteamericano. Usa un micrófono inalámbrico en la corbata y se pasea por el escenario como fiera enjaulada, haciendo rugir a su público. El "amor por la patria", la "decadencia de Francia", la "debilidad mental de sus dirigentes", la "lepra creciente de la clase política", son algunos de sus temas recurrentes. Un observador explica que en la extrema derecha siempre ha existido un culto al jefe, una relación directa entre los militantes y el mensaje de su líder carismático.