PRETEXTO SANGRIENTO

29 de noviembre de 1993

En Junio de este año las Fuerzas Armadas de Estados Unidos lanzaron un sangriento ataque misilístico contra el cuartel general de Inteligencia de Irak, como retaliación por un "complot iraquí para asesinar al expresidente George Bush en su visita a Kuwait". Sin embargo, un artículo aparecido la semana pasada en el semanario The New Yorker sembró serias dudas sobre la existencia real de esa conspiración. El autor, Seymour Hersh, dice que no hay evidencia alguna que conecte a Saddam Hussein o a su servicio secreto con el intento de asesinato, y que la ciudadanía estadounidense fue deliberadamente engañada al respecto. De ser ciertas las afirmaciones, sería un nuevo golpe a la credibilidad del presidente Bill Clinton, responsable, en últimas, por el ataque.