Regaño al papá

12 de enero de 2003

El gobierno tiene que recortar sus gastos y subir más los impuestos", dijo la semana pasada un vocero del Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo sorprendente, sin embargo, es que no se refería a un país en desarrollo sino a Estados Unidos, la nación más poderosa del mundo (y en el Fondo). El FMI está preocupado por el abultado déficit fiscal que ha acumulado el país del norte y que, de no corregirse, terminará por subir las tasas de interés en el mundo entero. El problema, a juicio del Fondo, es que el gobierno de Estados Unidos no está aprovechando la recuperación económica actual para ahorrar y a hacer frente a la enorme presión fiscal que tendrá en las próximas décadas, a medida que se empiece a jubilar la generación del "baby boom". Si no se aplican correctivos ahora, la situación será bastante complicada, al punto de que el FMI se atrevió a darle al gobierno estadounidense un regaño digno de un país latinoamericano.