SABIA DEMASIADO

23 de septiembre de 1991

TAL VEZ NUNCA SE sepa si Joseph Casolaro se suicidó, como dicen las autoridades, o fue asesinado, como dicen sus parientes. Su historia llenaría los requisitos de un buen thriller norteamericano. De 44 años, Casolaro era un periodista independiente que desde hacia más de un año estaba investigando el supuesto robo, por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos, de un programa de computador diseñado por la firma Inslaw. Casolaro le habia dicho a su hermano que el asunto habia resultado mas complejo de lo que parecia, y que no sólo involucraba al Banco de Credito y Comercio Internacional (BCCI), sino tenia ingredientes de trafico de drogas, con el telón de fondo de la intriga de la campaña presidencial de Ronald Reagan para demorar la libertad de los rehenes norteamericanos de la embajada en Teheran, en 1980. Casolaro apareció con las muñecas cortadas, en la tina de una habitación donde debia reunirse con una fuente para confirmar sus conclusiones. Sólo una semana antes de morir le habia pedido a su hermano que si le contaban que habia tenido un accidente, no lo creyera.
Su sospechosa muerte parece confirmar su alegato de que el escandalo que habia descubierto, hubiera hecho palidecer a Watervate.