Se acabo la bonanza

Muy pocos lo hubieran imaginado hace unos cuantos años, cuando los jeques árabes asombraban a toda Europa con sus gastos excéntricos. Pero como una confirmació de que no hay dicha eterna, hoy Arabia Saudita está empeñada en una drástica reducción de costos y un energico saneamiento fiscal, luego de haber visto reducirse sus otrora fabulosos ingresos petroleros. El nivel de vida de las mil y una noches de que gozaban los sauditas ha comenzado a desmoronarse. Lo malo es que los ciudadanos van a tener mucho menos subsidios y, lo que es peor, van a tener que acostumbrarse a pagar impuestos. El gobierno del rey Fahd planea reducir los gastos estatales en 6 por ciento para 1995 y 20 por ciento para el año siguiente, por lo que la ajustada del cinturón va a hacer muy fuerte.-