Todos a Hong Kong

17 de abril de 1995

CUANDO SE COMENzó a pensar seriamente en los efectos de la devolución a China de la colonia británica de Hong Kong, muchos imaginaron que se produciría un éxodo desesperado y masivo de habitantes, aterrados ante la posibilidad de vivir bajo el régimen comunista de Beijing.
Sin embargo en los últimos años las cosas tomaron un rumbo diferente, no sólo por la apertura comercial del régimen comunista -que abrió a los chinos los ojos del consumo- sino por el estatus negociado para Hong Kong de 'un país, dos sistemas'.
Como consecuencia, el éxodo que ahora se teme es el de millones de chinos que quisieran trasladarse a la antigua colonia para disfrutar de su prosperidad, garantizada por los acuerdos.
Por esa razón el gobierno chino ha venido extremando los controles fronterizos en espera de la llegada del año decisivo, 1997.
El objetivo es disipar la idea falsa de que cualquiera podrá entrar a la antigua colonia desde China a partir de ese año.