'Yes, sir'

13 de octubre de 2003

El grupo de naciones que se formó hace un mes con el nombre de G-22 ya iba en G-18 la semana pasada. Esta coalición surgió en la anterior cumbre de la OMC en Cancún, para exigirles a los países desarrollados que eliminen sus subsidios a la producción agrícola pero empezó a desmembrarse muy rápidamente. El primero en iniciar la triste desbandada fue El Salvador, seguido de cerca por Colombia, Perú, Costa Rica y, se especula, próximamente Ecuador. Bastó con que el representante comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, les mostrara los dientes a los ministros de Comercio de estos países para que corrieran a retirarse del grupo sin tener siquiera tiempo de encontrar una buena disculpa. El asunto es políticamente impresentable pero es la realidad comercial: los que quieran un tratado bilateral con Estados Unidos no pueden alzar su voz contra los subsidios agrícolas de ese país. Por eso cabe esperar que se salgan del G-(?) los centroamericanos y los andinos (salvo Venezuela), pero permanezcan en él pesos pesados, como China, India y Brasil.