ZANAHORIA O GARROTE

16 de diciembre de 1991

EN NICARAGUA SE transita por el límite entre el diálogo y la violencia. La situación social y económica del país se ha deteriorado hasta un punto difícilmente remontable, y 10 mil trabajadores mantienen en paro a los principales ingenios azucareros. Los trabajadores estatales mantienen tomadas las instalaciones de la Empresa Nacional de Abastecimientos y el 7 de este mes terminó un paro de los empleados del poder judicial. Los sindicatos sandinistas exigen que en el proceso de privatización de más de 100 empresas estatales, el gobierno respete el acuerdo de reservar el 25 por ciento del capital para los trabajadores. Una situación en la que el desempleo llega casi al 60 por ciento de la población económicamente activa, es un polvorín que estuvo a punto de estallar cuando elementos de extrema derecha destruyeron el mausoleo de Carlos Fonseca Amador, fundador del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (Fsln). La reacción popular produjo las peores escenas de violencia que se han vivido en Managua desde la caída del régimen del dictador Anastasio Somoza. Entre tanto, el gobierno de la presidenta Violeta Chamorro oscila entre acusar al secretario del sandinismo Daniel Ortega de incitación a la violencia e invitarlo al diálogo.