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CAMILO DÍAZ

Así inicia el nuevo año

Los principales cambios con los que inicia el año son el relevo en la Casa Blanca y la vacunación a nivel global.

Camilo Díaz
23 de enero de 2021

A mitad de semana ocurrió lo que sin lugar a duda es el acontecimiento que traerá mayores cambios a la dinámica internacional durante 2021. La posesión de Joe Biden como presidente electo de los Estados Unidos vendrá con cambios sustanciales en la forma como la mayor economía del mundo se relaciona con sus socios a escala global, y la manera como los asuntos de relacionamiento internacional son abordados. Igualmente, en materia económica, con la nominación de Janet Yellen como Secretaria del Tesoro, son de esperarse mayores estímulos monetarios para impulsar la recuperación de la maltrecha economía.

Que los Estados Unidos estén desde ahora pensando en apoyar la economía a través de estímulos monetarios va a implicar que el dólar se deprecie un poco frente a las demás monedas, especialmente frente al Euro, el Yen y el Franco Suizo. Pero por el otro lado, si los estímulos económicos empiezan a mostrar sus efectos en el mercado del trabajo y la producción industrial, habrá un alza de los precios de las materias primas.

Ahí, el petróleo puede verse beneficiado, dado su estrecho vínculo con la producción industrial. Otras materias primas como el acero y el cobre, pueden tardarse un poco más en recuperar su cotización hasta que la economía se estabilice.

Otro factor que seguramente cambiará con Biden comandando la Casa Blanca son las tensiones comerciales con China. Lo más probable es un aumento de la cooperación entre las dos principales economías del mundo para que cada una cumpla con compromisos previamente acordados entre las partes. Esa acción va a llevar a que el comercio internacional se recupere, que exista una disminución del riesgo global y, por esa vía, se recupere una parte del crecimiento que se ha perdido como consecuencia del coronavirus.

Durante los escasos veintidós días que han pasado del año, la mayoría de los activos financieros alcanzaron nuevos niveles récord: el Dow Jones superó los 32.000 puntos y el petróleo Brent volvió a cotizarse en niveles superiores a US$56 el barril, borrando la racha de pérdidas experimentadas durante todo el año pasado.

Una mención aparte merece el bitcóin, que trepó hasta niveles de US$41.500, precios que, aunque no eliminan las dudas que puedan existir sobre su valor fundamental, sí hacen que ese activo no pueda ser ignorado, incluso por los más escépticos, como el suscrito. Obviamente se trata de un activo con un nivel de riesgo elevado, riesgo que se ve reflejado en los niveles de rentabilidad y variación que muestra de manera sucesiva, pero que no puede ser ignorado por quienes analizan los mercados financieros.

Otro punto principal, y del que prácticamente depende la recuperación de la economía mundial, es el éxito de los calendarios de vacunación en todos los países. En la medida que la inmunización de la sociedad gane ritmo, los riesgos asociados al rebrote del coronavirus irán menguando y con ello es posible que exista una recuperación de los empleos, que todavía no regresan aún con los esfuerzos fiscales que varios países han implementado.

El aumento de los contagios en Reino Unido, Francia, Alemania y Bélgica, más los recientes focos detectados en China, son las amenazas más relevantes que existen si llegará a ocurrir que las principales economías tienen que ir de vuelta a lo vivido en abril. La crisis económica se agudizaría, pero con consecuencias más dolorosas, tanto en el empleo como en la amplitud de brechas sociales, obligando a que los países contraigan más deuda, al tiempo que tendrían que buscar la manera de recortar beneficios sociales o por lo menos aplazarlos.

En ese aspecto, el principal objetivo de los gobiernos debe ser la vacunación de su población y, mientras lo logran, continuar con las medidas de prevención, pero ir abriendo la economía.

En Colombia, el año inicia con nuevos confinamientos en las ciudades que reflejan la indisciplina de la población durante las fiestas de fin de año. Igualmente, empieza el año de preparación electoral, en donde se jugarán alianzas, acuerdos y desacuerdos con el gobierno.

En el aspecto fiscal, el país tiene un año retador, porque tendrá que tramitar una reforma tributaria para buscar cerca de $20 billones. Pero viniendo de un 2020 donde empresas y ciudadanos fueron duramente castigados por la crisis económica, y además con las elecciones al Congreso a solo un año, será difícil obtener ese monto vía impuestos.

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