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GUILLERMO VALENCIA

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Cicloturismo como oportunidad

El mercado mundial del cicloturismo se valoró en cerca de USD$ 391 millones el año pasado. Lo interesante es que es una estrategia que podría ser muy útil para nuestro país.

27 de junio de 2022

Próximos a iniciar una nueva temporada del Tour de Francia, muchos colombianos se preparan para vibrar al son de la carrera de ciclismo más importante del mundo. El gran evento ya cuenta con la asistencia de grandes estrellas nacionales como Nairo Quintana, Rigoberto Urán y una de las más recientes revelaciones de nuestro país: Daniel Martínez.

Por supuesto, su popularidad ha mantenido en auge el deporte a nivel nacional, despertando el interés de cada vez más personas y sectores. El más desconocido de ellos (o del que menos se habla) viene siendo el turismo y, aunque se percibe un aumento en el uso de bicicletas en varias regiones del país, aquí se tiene un segmento importante por explorar y explotar.

Andar en bicicleta ha inyectado millones de dólares en muchas economías locales en Europa y es un excelente estímulo para apoyar sus pymes. Asimismo, se sabe que es una alternativa de transporte amigable con el medioambiente, fomenta la salud física, estimula el espíritu empresarial. Es un combo de ventajas y oportunidades, pero también de considerables desafíos.

Por ejemplo, en Europa, una de las principales razones para explicar el aumento de su popularidad es el continuo desarrollo y mejora de la infraestructura ciclista. Aquí se puede hablar de la EuroVelo, una ciclorruta continental que atraviesa 10 países de Europa y que concentra 17 rutas diferentes, con más de 90.000 kilómetros, para poder viajar de un país a otro en bicicleta. Casi que podría considerarse la mejor y mayor red de rutas para bicicletas para conocer Europa a través de este medio de transporte.

En eventos importantes, como la feria del turismo ITB (Internationale Tourismus-Börse), en Berlín, se han presentado algunas de las propuestas más ambiciosas en torno al uso de la bicicleta. Por ejemplo, en 2021 se presentó un proyecto para que Taiwán pudiera convertirse en un paraíso asiático de referencia para los ciclistas, y para toda la región, mientras que Nueva York presentó su programa Bike Rent NYC, el programa más grande de renta de bicicletas y cicloturismo en la ciudad estadounidense.

Así, poco a poco se ha venido consolidando un sector dedicado al cicloturismo, altamente diverso, y concentrado especialmente en la región europea. El CBI (Centre for the Promotion of Imports from developing countries), una agencia del Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos, determinó en mayo de 2022 que Alemania y Reino Unido vienen siendo los principales emisores del cicloturismo en el mundo.

En 2020, en plena pandemia, el 51% de los alemanes disfrutó de al menos un viaje en bicicleta. La constancia los ha convertido en usuarios frecuentes de la bicicleta, aumentando así su gusto por el ciclismo de ocio. Por su parte, Reino Unido es el mercado emisor más grande para el turismo en bicicleta de montaña y fue la región en la que hubo una gran participación en el ciclismo de ocio, aumentando este un 75% en 2020.

Claramente, con la importancia que ha ganado este deporte en Colombia, no podemos quedarnos atrás. De hecho, el cicloturismo es una de las formas más hermosas y profundas para recorrer el país. El eje cafetero, el desierto de la Tatacoa y el Cañón del Chicamocha son solo algunos de los tours o travesías que se pueden realizar en bicicleta.

No obstante, aún estamos lejos de algunos referentes internacionales, puesto que, según encuesta de Bloomberg, en Colombia solo un 36% de los encuestados manifestó que tiene una bicicleta de uso personal, mientras que en Holanda el mismo indicador alcanzó un 72%. Y faltan cifras puntuales que contribuyan a medir el impacto del cicloturismo en nuestro país.

Las mismas estimaciones de Bloomberg también han considerado a Colombia y Chile como los países de la región en los que las personas consideran como demasiado peligroso el uso de la bicicleta. Aunque es un increíble deporte al aire libre y una gran modalidad para estimular el turismo, los índices de inseguridad derivados de los hurtos de bicicletas y de imprudencias viales, o actual estado de las ciclorrutas que generan accidentes diariamente, son un desafío constante.

De acuerdo con Esri, en Colombia, las ciudades con más kilómetros disponibles para ciclorrutas son Bogotá (564), Cali (192), Medellín (120) y Manizales (107). Si se analiza el estado de estas, la evaluación no resulta muy alentadora. Incluso, con la subida diaria en el precio de la gasolina y el alto precio de los carros y motocicletas (hasta de los vehículos usados), cada vez son más personas las que le apostarán a esta alternativa para trasladarse dentro de las ciudades, pero hay que ir más allá: hay que dar la oportunidad y la facilidad de conocer las maravillas de nuestro país en una emblemática bicicleta.

Mezclar el deporte con la afición por el ciclismo y con el turismo mismo, no solo fomentará la práctica del ejercicio físico, sino que dará lugar a la reactivación de muchas economías regionales. Ha funcionado en la misma Europa y acá no cabe duda de que hay un extraordinario potencial y una amplia gama de bicicletas (de trekking, de montaña, eléctricas, plegables y demás) y componentes adicionales que pueden ser un gran apoyo en las distintas rutas. Basta con descubrir cuál es su favorita y atreverse.

Un desafío grande del nuevo gobierno nacional y de los gobiernos locales es fortalecer los frentes de seguridad, de cuidado a las vías, de sensibilización a uso de los espacios y de educación en los derechos y deberes de los ciclistas, para potenciar su uno y masificar las evidentes ventajas del uso de la bicicleta.

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