GUILLERMO VALENCIA

Opinión

¿Cómo se percibe el trabajo remoto en otras partes del mundo?

A raíz de la diversidad de contextos a nivel mundial, el futuro del trabajo remoto se mantiene incierto; sin embargo, hay que reconocer que el retorno al trabajo presencial no es la mayor fascinación para los trabajadores. Si se tiene la posibilidad de tener integrar estas dos modalidades, ¿por qué no hacerlo?

Raúl Ávila Forero
6 de septiembre de 2023

La pandemia y las políticas de confinamiento que se fueron regando por el mundo fue lo que empujó a muchas empresas a adoptar un modelo de trabajo remoto. Esto generó un cambio en los hábitos laborales de millones de personas y, hoy en día, se ha querido conservar la opción de trabajar desde casa.

Sin embargo, en agosto de este año se hicieron populares varias noticias en las que, por ejemplo, Zoom les empezó a ordenar a sus trabajadores que regresaran a las oficinas, mientras que el CEO de Amazon puso en firme su posición acerca de que las protestas en contra de la orden que se dio para volver a las oficinas desde mayo no iban a servir, y los que estaban en contra probablemente debían buscar otro empleo. Toda una sensación de ultimátum en la que, ahora, parece que varias empresas se están echando para atrás en esta modalidad. ¿Pero por qué?

Si uno busca alguno de los motivos que brindan diferentes ejecutivos, las razones más comunes refieren a las diferencias en productividad, en los resultados del trabajo en equipo, a las dificultades para entrenar al recurso nuevo, a las afectaciones en la salud mental y física de los trabajadores por los niveles de estrés asociados a no tener un puesto de trabajo con las condiciones necesarias para desempeñar sus funciones, entre otros.

Pero esta es una realidad con muchas aristas en las que no se puede asegurar nada al 100 % para todo el mundo. De hecho, Harvard Business Review (HBR) consolidó este año los resultados sobre una encuesta realizada a 651 gerentes de 50 países de las regiones de EMEA (Europa, Oriente Medio y África), APAC (Asia-Pacífico) y América. Y para ser una muestra un tanto pequeña, los resultados revelan algunas diferencias regionales en la concepción actual sobre el trabajo remoto.

Los resultados mostraron que hay una mayor predilección en EMEA y APAC para volver a la oficina, mientras que América resaltó por sus creencias sobre la capacidad de seguir siendo productivo, independientemente del lugar de trabajo. Una explicación contundente son las diferentes creencias que existen sobre la productividad remota y las preocupaciones en torno al costo humano del trabajo remoto al perder las conexiones sociales con los compañeros de trabajo, tener la percepción de que se disminuye el compromiso de los empleados o, incluso, creer que se aumenta la probabilidad de quedar fuera de reuniones y decisiones importantes por no estar en el mismo espacio de trabajo.

Tomando un ejemplo más puntual, Japón es uno de los países que, pese a que cuenta con buenas condiciones para estimular el trabajo remoto, no lo hace. De hecho, en pleno pico de covid-19 solo el 20 % de los trabajadores laboraban remotamente, menos de la mitad del porcentaje estadounidense. A 2022, según Tōkyō Shōkō Research, el 70 % de las empresas aún no permiten teletrabajar.

Esto se debe, principalmente, a una cultura corporativa muy diferente. Los gerentes y directores de la mayoría de las empresas japonesas premian el trabajo presencial, ya que se ajusta mucho más a los protocolos tradicionales que priorizan la conexión con las personas. Así, están más centrados en la interacción personal, la capacitación constante en el trabajo y la comunicación en equipo.

En contraste, Australia es uno de los países líderes en inversiones de TI necesarias para respaldar el trabajo remoto e híbrido, según una investigación del proveedor móvil SOTI. A agosto de este año, las empresas australianas han experimentado el mayor aumento de empleados que trabajan fuera de la oficina (48 %) en los últimos 12 meses. En este caso, su cultura se basa en la movilidad y un mercado laboral cada vez más remoto, teniendo los trabajadores grandes beneficios en sus condiciones de trabajo más flexibles en comparación con otros mercados globales.

En otra encuesta sobre incertidumbre empresarial, realizada este año por la HBR, se pudo destacar también que son las empresas más pequeñas y jóvenes las que le vienen apostando más al trabajo remoto o a la modalidad híbrida, sobre todo aquellas creadas durante la pandemia. Por ello, se estima que en los próximos años serán las pymes las que aprovechen este valor añadido para mejorar sus políticas laborales.

Ante una diversidad de contextos, los líderes deben tomarse el tiempo de diseñar políticas laborales que se alineen con las verdaderas necesidades del trabajador. Hay personas que valoran mucho los espacios de integración con su equipo de trabajo, hay otros que ya tienen una dinámica en casa que les facilita estar más disponibles para atender algunas necesidades familiares o hay quienes simplemente no quieren exponerse al complicado tráfico cuando tienen que pasearse de extremo a extremo la ciudad para ir a la oficina a hacer lo mismo que pueden hacer en su hogar.

Así, si las organizaciones saben aprovechar eso, sabrán reconocer las ventajas de acoplar modelos más híbridos de trabajo para reforzar sus políticas de atracción y, sobre todo, de retención del talento humano. Pero forzar la presencialidad sin tener en cuenta las necesidades y expectativas del trabajador no va a tener el mejor de los efectos sobre la productividad empresarial.

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