Con las pensiones no se juega

Uno de los puntos más álgidos y más controversiales durante la campaña presidencial siempre fue el que tuvo que ver con las pensiones. Entre los candidatos había propuestas diametralmente distintas. El camino que se tome en el 2023 cambiará el futuro de Colombia.

Todos tenemos claro las grandes dificultades y deficiencias que tenemos en el tema. Pocos colombianos terminan pensionándose, unos más pocos tienen unas pensiones absurdamente altas frente a lo que ahorraron, etc., pero lo que está en juego no es sólo eso, es el futuro del financiamiento del Estado. Tomar el camino equivocado puede ser mucho más doloroso de lo que pensamos.

Aunque hay muchas reflexiones que se deben hacer al respecto, en términos de igualdad, de derechos adquiridos y de propiedad privada o pública del ahorro, la realidad es que existen unos pilares que si se caen o mueven pueden traer más desgracias de las que imaginamos.

Los fondos de pensiones privados mal que bien han venido manejando los recursos de los cotizantes con profesionalismo y manteniendo unos niveles de riesgo dependiendo de unos perfiles establecidos.

Los recursos están en unos portafolios donde todos los pueden ver: tienen acciones, títulos de deuda pública, privada, titularizaciones, inversiones en fondos, diversificación en monedas, coberturas, etc. Pero claramente lo más importante, hasta ahora, ha sido, desde su creación, haber liberado al Estado de ese caos que era el Seguro Social, sin los fondos de pensiones, esos 300 billones de pesos no existirían, se los habría comido la corrupción, el régimen.

Pensar ahora, después de tantos años, que el Estado maneja bien los recursos, es un error. Lo ha demostrado por años que no. De hecho, gran parte del hueco pensional está basado en unas pensiones absurdamente altas que existen gracias al esquema de prima media, para unos pocos.

Aunque no está todavía definido como será exactamente la reforma pensional, queda claro que al gobierno Petro le interesa que todo o parte de esos recursos vuelvan al manejo del Estado, bien sea transfiriendo a los cotizantes hacia futuro o el caso extremos de acabar con el sistema de fondos privados.

El esquema de creadores de mercado de deuda pública, los creadores de mercado, la liquidez de sus papeles, creado en los años noventa ha sido demasiado exitoso, ha sido copiado en muchos otros países y ha permitido que Colombia tenga un financiamiento barato y eficiente.

Todo esto se puede botar a la basura con una mala decisión en el tema pensional. Los fondos de pensiones privados son grandes tenedores de esta deuda en pesos, en UVR, y en otras monedas.

No existe un recurso mas costoso para el Estado que el que proviene de las pensiones.

Coger hoy el ahorro pensional para convertirlo en gasto corriente o subsidios para después tener que pagar esas pensiones sacando los recursos de los gastos corrientes, del presupuesto, es absurdo. No me canso de repetirlo, Argentina lo hizo y les salió mal.

Esperemos que el gobierno reaccione, recapacite y no eche por la borda años de ahorro de 18 millones de colombianos.