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José Miguel Santamaría Uribe

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En boca cerrada no entran moscas

Existen diferentes portafolios dentro de los fondos dependiendo de los niveles de riesgo que se deben asumir, por edad y por tiempo que le falta para pensionarse.

17 de marzo de 2023

Aunque cada vez nos vamos acostumbrando más a los comentarios y propuestas de Petro desde su decisión de gobernar por Twitter, hay temas que, aunque parecen sin relevancia, en el fondo llevan un veneno e implican un riesgo muy alto para el futuro financiero y económico del país.

Una cosa es ofrecer proyectos inviables económicamente como el tren desde Buenaventura a Barranquilla, o volver subterránea la autopista del sur, que por su dimensión y relevancia no pasan de ser una anécdota o chiste de salón, a pretender inmiscuirse u opinar en las decisiones de inversión de los portafolios de los fondos de pensiones privados.

El manejo desde su creación hasta ahora de estos portafolios ha tenido mucha rigurosidad y profesionalismo, obviamente no siempre han tenido la verdad revelada. Sus inversiones no dependen del ojo o instinto del gestor del portafolio, sino que tienen un departamento de riesgo que estudia todas las propuestas, un comité de inversiones que define unas políticas generales y de riesgo, y, como si fuera poco, un portafolio espejo que mide su desempeño frente a sus pares y al mercado.

Adicionalmente, estos portafolios deben valorar sus inversiones a precios de mercado diariamente, esto es darle un precio justo de intercambio a cada inversión con una metodología aprobada y certificada por la Superintendencia Financiera de Colombia. Esta metodología es común en todos los países desarrollados y es necesaria porque con ella se miden riesgos como el VAR, la duración y la duración modificada del portafolio.

Existen diferentes portafolios dentro de los fondos dependiendo de los niveles de riesgo que se deben asumir, por edad y por tiempo que le falta para pensionarse. Hay inversiones que tienen maduraciones y desempeños en más plazos y estas deben estar en portafolios de personas más jóvenes, por ejemplo, mientras que un portafolio de personas cercanas a pensionarse, su portafolio debe ser más conservador.

Es lógico que parte del portafolio esté invertido en otras monedas. El mercado de capitales colombiano se les quedó chiquito hace rato. Las opciones de inversión locales son pocas y muchas veces riesgosas por la falta de liquidez, riesgo que ayudan a definir las calificadoras de riesgo que son entidades que califican a cada uno de los emisores en el mundo y les hacen seguimiento. Hoy en día Colombia, y por ende los activos dentro del país, tienen una calificación de riesgo especulativo, no de riesgo de inversión, como lo tienen inversiones en otras latitudes.

En cuanto a la moneda en que se invierte, también es importante entender que la misma Superintendencia exige a los fondos que tengan coberturas de moneda en unos porcentajes que muchas veces considero excesivos para protegerlos de ese riesgo cambiario, cuando en realidad es más riesgoso estar invertido en una moneda débil como lo es el peso colombiano.

Todo lo anterior para decirles que cuando Petro pide a los fondos que traigan sus inversiones que tienen en el exterior y vengan a Colombia por estar expuestas a mayores riesgos en esos mercados puede ser por diferentes razones:

  • La primera por desconocimiento del mercado de capitales y de inversiones a nivel global.
  • La segunda, porque está labrando el camino ante la opinión pública para tomarse estos recursos y ahorros de los colombianos para ser utilizados y malgastados, como lo hicieron en Argentina, donde con una reforma pensional acabaron los fondos privados y hoy los recursos que tenían ahorrados se perdieron en corrupción, en subsidios y en cubrir el déficit fiscal de un gobierno derrochón y sin límites.

Si la Reforma a la Salud nos tiene preocupados, la pensional es mucho peor y dañina para el país y los colombianos.

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