Home

Opinión

Artículo

Camilo Díaz

OPINIÓN

En medio de la incertidumbre

Los principales riesgos han vuelto a estar presentes en los mercados financieros, especialmente los temores de un rebrote del coronavirus.

27 de noviembre de 2021

Los noticias recientes sobre un rebrote del coronavirus han provocado que los precios de la energía, en particular los precios del petróleo, borraran buena parte de las ganancias de los últimos meses. Sumado a ello, los cuellos de botella en las cadenas logísticas y la escasez de suministros han llevado a que los precios de los productos se hayan incrementado, trayendo de vuelta riesgos inflacionarios que están provocando que los principales bancos centrales estén previendo aumentos de sus tasas de referencias para el final del año, o por tarde en el primer trimestre de 2022.

Adicionalmente, la Fed de Estados Unidos ya anunció el retiro paulatino del estímulo monetario y la liquidez extra que ha provisto a los mercados financieros a través del programa de relajamiento cuantitativo, mediante la compra de bonos del tesoro. En adelante esas compras se irán disminuyendo en cerca de US$160,000 millones hasta llevar el programa a cero.

Por otra parte, varias monedas del mundo emergente como la lira turca han sufrido depreciaciones importantes en las últimas semanas, lo que ha traído un sentimiento de mayor incertidumbre hacia las economías de mayor riesgo, entre ellas la economía colombiana, donde vimos un regreso del tipo de cambio a niveles cercanos a los $4.000 por dólar, y donde los precios de los activos tanto de renta fija y renta variable han sufrido deterioros en sus precios, aún cuando los niveles de las cotizaciones muestran oportunidades de inversión para el mediano y el largo plazo. No obstante, la incertidumbre asociada al proceso electoral del año próximo y la volatilidad de los mercados internacionales han hecho que los inversionistas prefieran liquidar sus posiciones en ambos tipos de activos.

En el lado opuesto a la pérdida de valor en los precios de los activos se encuentran los sectores asociados a los servicios esenciales como el de energía en toda su cadena de valor, el transporte de gas, el cuidado personal y, en general, aquellas empresas o activos donde los flujos de caja provienen de sectores regulados o con baja incertidumbre sobre la generación de efectivo. Igualmente, el sector de tecnología ha podido mantener sus cotizaciones a pesar de la volatilidad que se está experimentando. Una razón más para confirmar que ese tipo de activos son considerados estratégicos por los inversionistas, o como sectores contracíclicos que tienen mayor resiliencia a los cambios bruscos de las expectativas del mercado.

Mientras tanto, en el mundo cripto las cotizaciones del bitcóin siguen manteniendo la marca por encima de los US$55.000. Parece entonces que las criptomonedas responden eficazmente ante mayor incertidumbre o deterioro de los precios en los activos tradicionales. Una posible explicación a este fenómeno es que este tipo de activos han sido los receptores de la liquidez provista tanto por la Fed cómo por la liquidación de posiciones en los activos que antes eran considerados de menor riesgo, pero que en la actualidad se están viendo afectados tanto por las alzas de las tasas de interés que se aproximan, como por la volatilidad que está ocurriendo.

Al final, y en medio de la incertidumbre, una de las mejores opciones es tener horizontes de inversión hacia el mediano y largo plazo, puesto que la coyuntura está plagada de datos contradictorios. Por ejemplo, mientras el crecimiento ha parecido robusto y en varias economías el nivel de actividad ha regresado a niveles cercanos a los de prepandemia, la contrapartida ha sido el aumento generalizado de precios. Así mismo, el abultado déficit que ahora cargan los países fruto de los de los cargos que tuvieron que enfrentar para apoyar sus economías durante la pandemia, empiezan a mostrar que tarde o temprano las tasas de interés se tendrán que ajustar al alza, y los gastos del Gobierno se deberán moderar o incluso incrementar los impuestos tanto a las empresas como a las personas para poder disminuir los déficits y garantizar la sostenibilidad de la deuda.

Sin embargo, es claro que la recuperación de la economía se viene consolidando a nivel general y lo que veremos en el futuro es una estabilización de los principales fundamentales, por lo que de momento la liquidez resulta ser el principal instrumento de defensa y la mejor herramienta para aprovechar los buenos precios producto de esta coyuntura.

Noticias Destacadas