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José Miguel Santamaría, columnista de Dinero.

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Impuesto al patrimonio

Aunque todavía no sabemos a ciencia cierta cuándo ni qué terminará presentando el gobierno Duque como reforma tributaria, sí hemos tenido algunos avances de temas que son extremadamente preocupantes para el futuro económico del país; uno de estos es el impuesto al patrimonio del tres por ciento para personas naturales con más de cinco mil millones.

9 de abril de 2021

Los colombianos llevamos muchos años pagando impuesto al patrimonio y siempre nos han dicho que es temporal. En la última reforma decrecía año tras año hasta acabarse, y era lo lógico, pero ahora parece que vuelve y con más fuerza.

Un impuesto no es alto o bajito por sí solo, es su comparación frente a regímenes tributarios de otros países que son pares nuestros lo que importa. Cada vez menos países cobran este impuesto por considerar que asusta a los inversionistas de capital y hace a los nacionales buscar residencia fiscal en otros lugares. De hecho, cuando se pagan impuestos prediales o de rodamiento de vehículos ya se está pagando impuestos sobre el patrimonio.

Hace unos años, varios países de la región se pusieron en la tarea de buscar que sus nacionales repatriaran capitales desde paraísos fiscales con una tasa de tributación baja, de manera que estos fueran invertidos en el país y que el fisco tuviera conocimiento. Tanto Chile como Colombia lograron su cometido: varios billones de dólares se hicieron visibles. Ahora cobrar un impuesto al patrimonio sobre esos recursos a futuro a estas personas es hacerles conejo.

Estamos en un mundo globalizado donde la liquidez de recursos abunda. Los bancos centrales han inundado de dinero el mundo buscando crecimiento y reactivación de las economías, lo cual ha hecho que las tasas de interés sean muy bajas. Si el bono del tesoro americano a diez años renta un 1,70 % EA, todavía existen bonos como el alemán y el francés que a diez años rentan negativo y el título TES en Colombia tiene una tasa del 5 % en pesos. ¿Qué coherencia tiene cobrar una tasa del 3 % de impuesto cuando el patrimonio no renta eso?

Durante el último año, por cuenta de la pandemia, los patrimonios se han desvalorizado; los activos fijos han perdido ante la escasa demanda y la baja rentabilidad de los arriendos; adicionalmente, la devaluación del peso frente a otras monedas y los malos resultados de las compañías han bajado el precio de sus acciones también, por lo que cobrar un impuesto adicional suena ilógico.

Pero además termina siendo confiscatorio. No es creíble que sea temporal y, al convertirse en permanente, con el correr de los años se termina entregando el patrimonio al Estado. En diez años se entrega el 30 % del patrimonio.

Acá el problema no es pagar o no pagar impuestos, o que los más pudientes paguen más para ayudar a los que tienen menos. Tenemos un estatuto tributario demasiado complejo. Los expertos lo dijeron: debemos hacerles caso. Adicionalmente, el tamaño del Estado no es coherente con los ingresos que percibe. Ya tenemos una de las tasas de tributación más altas del mundo, así que si nos vamos a dar el lapo de hacer una reforma, hagámosla bien. No más pañitos de agua tibia, que solo daño hacen.

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