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GUILLERMO VALENCIA

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La estrategia también es personal

Estando próximos a terminar el primer semestre de 2023, ¿qué tal van ustedes con los propósitos que se fijaron en el último Año Nuevo? Las personas con una gran disciplina seguramente irán muy bien, pero para quienes les cuesta un poco más, Harvard reveló una serie de hábitos que se pueden adoptar para cumplir estas metas.

17 de mayo de 2023

A veces plantearse los propósitos parece ser una tarea sencilla, pero cumplirlos es otra historia. Se supone que si las personas plantean cambios en su vida es porque los necesitan, saben perfectamente el porqué y hasta el cómo para alcanzar dichas metas. Pero según un estudio de la Universidad de Scranton, en Pennsylvania, en conjunto con el Instituto de Investigaciones Statistic Brain, resulta que sólo un 8 % de las personas que se plantean propósitos realmente logran cumplirlos.

Al parecer, hacer cambios significativos que alteran la cotidianidad o la rutina son todo un reto. Algunos de los ejemplos más populares son comer mejor, dejar de fumar, hacer ejercicio, usar menos el teléfono y ahorrar dinero. Pero resulta bastante curioso que se omita a la estrategia como parte del proceso para cumplir los propósitos personales. Por ejemplo, para los casos organizacionales se suele hablar de pequeñas acciones en un plan de largo plazo, con objetivos específicos y alcanzables en la medida en que la planeación sea flexible, preferiblemente, para garantizar la adaptación y constante mejora de dicha organización.

Entonces, si se sabe cómo usar la estrategia en el ámbito profesional o laboral, no debería ser tan complejo aplicar lo mismo al ámbito personal. Y en lo que va pasando el tiempo, resulta increíble cómo las personas van abandonando sus propósitos. El mismo estudio planteó que el 25 % de la muestra de personas encuestadas abandonaron sus propósitos en la primera semana de enero, el 55 % lo hizo antes de terminar el primer mes del año y el 20 % después de seis meses.

Entonces, si se sabe cómo usar la estrategia en el ámbito profesional o laboral, no debería ser tan complejo aplicar lo mismo al ámbito personal. Y en lo que va pasando el tiempo, resulta increíble cómo las personas van abandonando sus propósitos. El mismo estudio planteó que el 25 % de la muestra de personas encuestadas abandonaron sus propósitos en la primera semana de enero, el 55 % lo hizo antes de terminar el primer mes del año y el 20 % después de meses.

Kujiro Nonaka y Hirotaka Takeuchi, dos académicos de Harvard, descubrieron que existen seis costumbres en particular que, si una persona incorpora en su rutina diaria, perfectamente podría alcanzar de una manera más rápida y eficiente cualquier meta que se proponga.

La primera es formarse una rutina, aludiendo al término japonés kata, algo que se practica en las escuelas de artes marciales. Esto prácticamente describe una coreografía que se realiza para memorizar y perfeccionar los movimientos que la componen; así se formará ese nuevo propósito en su cotidianidad y se podrá hacer casi sin pensarlo.

El segundo es hacerse las preguntas correctas para mantenerse fiel a la misión. Esto probablemente suene más familiar en ámbitos empresariales para establecer su misión, visión y valores. Pero para los expertos es sumamente importante que una persona verbalice los mismos a nivel persona preguntándose tres cosas: ¿por/para qué nací? (misión), ¿qué tipo de futuro quiero crear? (visión) y ¿qué valoro profundamente? (valores).

El tercero es evitar el extremismo, dado que una noción muy popularizada en pensar en términos de “o es negro o es blanco”, pero los problemas no son así de claros. Esto se refleja en dualismos como mente versus cuerpo, sujeto versus objeto o materialismo versus idealismo, por ejemplo. La idea es pasar a ver al mundo en sus distintos colores y se puede gestar una nueva mentalidad más flexible y adaptativa.

El cuarto es leer para comprender. La empatía es un ingrediente fundamental para mantener relaciones más saludables, y según los resultados de la investigación, una de las mejores maneras de entrenar “el músculo de la empatía” es la lectura, ya que permite verse en el lugar de la otra persona.

El quinto refiere a constantemente aprender de los mejores y dejar de lado la sugestión que surge al ver el éxito de los demás. A la final, las historias se terminan convirtiendo en un “prisma” a través del cual viven los humanos; por tanto, los autores recomiendan leer los diez mejores discursos jamás pronunciados o las diez charlas más populares de TED.

Finalmente, se recomienda pasar más tiempo al aire libre. Tener un contacto constante con la naturaleza aumenta la apreciación de la necesidad de vivir en armonía con ella. Asimismo, es una muestra del mundo real, suele mejorar el ánimo de las personas y ayuda a bajar los niveles de estrés. Con una mala actitud y aversa al cambio, los propósitos no pasarán de ser un simple deseo que querer hacer o alcanzar algo.

La superación no tiene por qué ser una pena, especialmente después de pasar por una pandemia. A pesar de que los consejos se publicaron justo antes de que se desencadenara el covid-19 a nivel mundial, es una de la serie de hábitos que más se discute desde que inició con fuerza la época de recuperación en 2022. Es un claro ejemplo de que la estrategia no debe ser excluida para alcanzar objetivos personales y de que se puede iniciar desde las cosas más sencillas. Así, cuando estas ideas se conviertan en costumbres, alcanzar los propósitos será pan comido.

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