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Camilo Cuervo (Foto para columna)

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Las horas extras nunca han cambiado… se trata de recargos nocturnos

Aunque la ministra insista en que es mejor generar un empleo sobreremunerado, en lugar de crear muchas más plazas de trabajo formales a la luz de normatividad vigente, es claro que la gente tiene derecho a que por lo menos les expliquen sinceramente qué cambiará y las razones de fondo para producir esos cambios.

19 de agosto de 2022

En las últimas semanas, fruto del discurso populista y de la postverdad, ha hecho carrera la idea de que el gobierno Petro “devolverá” las “horas extras” que les “quitaron” a los trabajadores con las reformas legales de los últimos 30 años. Ese error ―si así puede llamarse― no solo lo cometen los funcionarios públicos que se han montado en ese caballito de batalla en los primeros días del nuevo mandato, sino que ha hecho carrera entre los periodistas que frecuentemente se refieren a las horas extras y a los recargos nocturnos como si fueran conceptos equivalentes.

Pues bien, la verdad, la única verdad, es que las horas extras se siguen causando y pagando exactamente igual desde que se expidió el actual Código Sustantivo del Trabajo hace más de 70 años. Es decir, ni Uribe ni Santos y mucho menos el expresidente Duque o sus ministros, derogaron, cambiaron o eliminaron las horas extras. Los que afirman lo contrario, simplemente están mintiendo.

Esa confusión entre horas extras y recargos nocturnos ha llevado a que muchos crean que en Colombia los trabajadores formales laboran 15 horas en una jornada ordinaria diaria de trabajo, porque, según ese discurso falaz, la gente labora de 6:00 a. m. a 9:00 p. m., sin recargos. Eso es tajantemente falso, pero además contradice normas vigentes, impulsadas incluso por el expresidente Uribe, que determinaron que la jornada laboral actual de 48 horas se reducirá progresivamente hasta llegar a 42 horas semanales en el año 2026.

En otras palabras, contrario a lo que le han hecho creer a la gente, durante el gobierno Duque, la jornada de trabajo se redujo, pero los salarios se mantendrán, porque así se estableció en la Ley 2101 de 2021.

Lo único que cambió, o mejor, lo que hace dos décadas se adaptó a la realidad social y económica moderna, fue establecer que se causen recargos nocturnos por el trabajo entre las 9:00 p. m. y las 6:00 a. m. del siguiente día. Esa realidad, incuestionable, es reconocida por prácticamente todos los países de la región, incluso por los que hacen parte del bloque “progresista”. Países como Bolivia (8:00 p. m.), Argentina (9:00 p.m.), Uruguay (10:00 p. m.), Chile (10:00 p. m.) están a la par con Colombia.

El anunciado proyecto de la nueva ministra de Trabajo indica que deberíamos regresar a 1950 y obligar a los empleadores a pagar recargos nocturnos a partir de las 6:00 p. m., lo cual incluso nos pondría, en términos de costos laborales y competitividad, por debajo de Venezuela que actualmente, bajo el régimen de Maduro, reconoce recargos a partir de las 7:00 p. m.

Aunque la ministra insista en que es mejor generar un empleo sobre remunerado, en lugar de crear muchas más plazas de trabajo formales a la luz de normatividad vigente, es claro que la gente tiene derecho a que por lo menos le expliquen sinceramente qué cambiará y las razones de fondo para producir esos cambios. En este caso, nos estamos devolviendo décadas diciendo pequeñas mentiras, que de tanto repetirlas, terminan convirtiéndose en verdades de fe.

Con este “progreso” unos pocos ganarán unos pesos de más, pero muchos otros, realmente muchos, perderán sus empleos; esa es la verdad, la fría verdad.

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