El Patrón 2006

ARTE

Arte en un país difícil

Cinco expertos consultados por SEMANA escogieron la obra plástica, que según cada uno, mejor representa los últimos 30 años en Colombia.

25 de agosto de 2012

El Patrón

2006

Carlos Castro

La obra más relevante de estos últimos 30 años, la más sintomática, es El Patrón, de Carlos Castro, un retrato en piezas de Lego de Pablo Escobar con una pistola al cinto y un fajo de billetes. Atrás de él un cuadro de Fernando Botero. Así Castro resume 30 años de una sociedad avasallada por el fenómeno ‘narco’, como también las principales ideas y temas del arte colombiano en este periodo: la ironía y el humor, la política, y el ‘apropiacionismo’, en este caso de la obra de Fernando Botero.

Santiago Rueda, crítico de arte

 

Atrabiliarios

1991-1992

Doris Salcedo

Es una obra que surgió del análisis de la desaparición forzada en Colombia y su relación con el desplazamiento interno que tiene como consecuencia el abandono de las tierras, el objetivo que persiguen los autores de los actos de barbarie. La obra se centra en generar una experiencia que llama la atención sobre el duelo que producen estos procesos y que intenta devolver, simbólicamente, la dimensión humana que involucra.

Jaime Cerón Silva, crítico de arte

 

Papaver Somniferum

1997-2003

Juan Fernando Herrán

La obra pone el dedo en la llaga al señalar la fuente de la mayoría de los conflictos de Colombia y expone la doble moral, los criterios acomodaticios y los prejuicios en lo referente al tema de las drogas. Es producto de una investigación seria sobre la amapola, de comparaciones con referencia a su tratamiento en otros países, de seguimientos sobre las consecuencias de su producción, consumo y persecución, de los efectos políticos y económicos de su mercadeo y de las consecuencias sociales de su cultivo.

Eduardo Serrano, curador y crítico de arte

 

Musa Paradisíaca

1996

José Alejandro Restrepo

Una videoinstalación con más de 20 racimos de plátanos colgados del techo. De sus flores colgaban televisores que se reflejaban en círculos de espejo en el piso. En algunos se veían imágenes de las masacres de Urabá. En otros, una pareja desnuda evocaba a Adán y Eva. Una obra para no olvidar, sobre todo en este momento, cuando en las zonas de mayor biodiversidad se instalan cercos de protección al capital y paradójicamente se asientan también la violencia y la exclusión.

Natalia Gutiérrez Echeverri, maestra en teoría e historia del arte

 

Gran telón

1990

Luis Caballero

Hace 22 años, en la galería Garcés Velázquez, Luis Caballero dibujó sobre una inmensa tela una serie de personajes entrelazados y en estado agónico. Este acto lo volvió público al invitar a espectadores, fotógrafos y cineastas a presenciar su realización generando nuevos diálogos entre la obra y el espectador. La violencia y la sexualidad que han marcado las últimas tres décadas están presentes en este trabajo que se liga distintos momentos de la historia del arte.

Carlos Salas, pintor y director de la revista Mundo

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