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Olímpica no ha bajado su ritmo de aperturas y mantiene su participación de mercado. | Foto: Alejandro Acosta

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Olímpica juega de local frente a D1, Ara y J&B

D1 alista su aterrizaje este año, mientras Olímpica está a la defensiva en su territorio ante la llegada de Ara y Justo & Bueno. ¿Quién ganará?

6 de mayo de 2019

El local esquinero que dejó libre un año atrás la franquicia TGI Friday’s en Alto Prado, una de las zonas residenciales y de restaurantes más cotizadas de Barranquilla, pasó a ser ocupado en menos de 15 días por la tienda número 37 de Ara en la ciudad. Abrió tras los días santos, aunque podría decirse que fue casi una afrenta para los jugadores del comercio local: nada más cruzando la calle está una de las 19 supertiendas que Olímpica, de origen barranquillero, posee en esta capital.

La comparación no es del todo justa, pues además de equiparar precios y surtido, Ara tiene formato de tienda de descuento, mientras que Olímpica no.

Las tiendas de descuento abren puntos casi a diario.

Este jugador costeño ha predominado en su casa casi desde su fundación, a manos de la poderosa familia Char a mediados del siglo pasado, cuando inició con seis farmacias. Hoy es un emporio que opera más de 350 puntos en 105 municipios de 22 departamentos del país, pero 45% de su operación se mantiene en la región Caribe, donde es la segunda empresa más grande, solo superada por Reficar.

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Sin embargo, la cadena de la antorcha ha visto cómo desde el último trimestre de 2015 su feudo ha sido paulatina e invariablemente invadido por más de 185 pequeños y medianos locales naranja de Ara —emblema de la portuguesa Jerónimo Martins— que ha enfocado su expansión en el occidente, centro y norte del país, superando los 532 almacenes en 2018, con una inversión de $411.772 millones y manteniendo un ritmo de apertura de un almacén cada 60 horas, en promedio.

Además, desde noviembre de 2018, en la Arenosa desembarcó la marca Justo & Bueno, que ya cuenta con 700 tiendas de las que 15 están en Barranquilla y más de 80 en los 7 departamentos de la región. Detrás de esta operación está Mercaderías SAS, cuyo principal accionista es Reve Group Inc., que también controla a Tostao.

Pero eso no es todo. La que puede ser la noticia del año en el sector y en la región es la llegada del pionero de la avalancha los hard discount: D1, que arrancó en 2009 con la constitución de Koba Colombia SAS, con la apertura de seis tiendas en Antioquia. En una década suma 800 puntos en el país, cada uno de mínimo 350 m2. Un vocero de la marca le dijo a Dinero que la apertura en Barranquilla “será la punta de lanza para la entrada en la región Caribe”.

Expansión, expansión y expansión

Las tres marcas ‘visitantes’ tienen en común su cercanía con el cliente, los bajos precios y ofrecer productos de marca propia de proveedores locales (o en algunos casos de subsidiarias propias) con una indiscutible exigencia de calidad. Detrás tienen poderosas chequeras que favorecen una agresiva expansión a costa de las ganancias, lo que no quiere decir que los ingresos dejen de multiplicarse.

En 2017, D1 perdió $69.265 millones, pero generó ingresos por $3,1 billones. En 2018 facturó $3,8 billones. Su dueña, Koba, es de propiedad mayoritaria de Valorem, holding de la familia Santo Domingo.

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Por su parte, Mercaderías Justo & Bueno, creada en 2016, saltó de $322.831 millones de ingresos en 2016 a $772.445 millones en el año siguiente, mientras que las pérdidas pasaron de $75.557 millones a $163.960 millones, respectivamente. El año pasdo vendió $1,8 billones. Los mayores inversionistas en la matriz, Reve, son Mercantil Colpatria, Altria, Australis Partners y la novedad, Tinello Capital, del Grupo Ardila Lülle, que entró en enero de 2019.

Por su parte, Ara casi duplicó sus ingresos al pasar de $830.239 millones en 2016 a $1,4 billones en 2017, mientras las pérdidas crecieron de $212.368 millones a $346.370 millones. Para 2018, Jerónimo Martins reportó a sus inversores que su filial colombiana tuvo ventas por $2,2 billones (599 millones de euros a una tasa de cambio de $3.751,2 a 31 de diciembre de 2018), 3,5% de los ingresos mundiales del grupo.

“La expansión es la principal prioridad de la compañía y está enfocada en reforzar su presencia y la relevancia de su oferta en diferentes regiones”, señala el documento, que revela que las visitas a sus tiendas alcanzan las 10 millones al mes. Además, tiene tres centros de distribución, ubicados en Pereira, Gachancipá (Cundinamarca), Barranquilla y uno nuevo a localizarse en Bogotá, según el informe.

Olímpica, desde luego, no se ha sentado a esperar. Un ejemplo es el norte de Barranquilla, donde a pesar de su fuerte presencia ha seguido abriendo locales. La empresa, en su estrategia de 2018, había aumentado su presupuesto de inversión de $300.000 millones a $400.000 millones. Obtuvo ingresos de $5,8 billones en 2017 y ganó $122.963 millones, en un modelo que tiende a la autarquía, con proveedores del mismo grupo empresarial.

¿Hay para todos?

Miguel De la Torre, director comercial de la división Consumo de Kantar Worldpanel Colombia, dice que el nivel de participación de las tienda de descuento es de apenas 8% en el departamento de Atlántico, mientras que el promedio nacional es de 16%. “Este canal crece aceleradamente y allí compra 75% de los hogares del departamento a febrero de 2019, frente a 60% de 12 meses atrás”, expuso.

Contrario a lo que podría pensarse, ello no le ha ‘mordido’ mercado a Olímpica, cuya penetración incluso subió un punto, de 85% a 86% en el lapso ya señalado. Pero el Grupo Éxito sí ha bajado su penetración en Atlántico de 77% a 72%, aunque ha logrado crecer aumentando el gasto de sus compradores.

Si bien es una tentación concluir que puede haber mercado para todos, en realidad las sacrificadas son las tiendas de barrio, a las que todos todavía acuden, pero hacen menos visitas o gastan menos. Por ahora el gran ganador en esta dura competencia es el cliente.

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