Home

Negocios

Artículo

De izquierda a derecha: Silverio Gómez, director de la Cámara Induarroz de la Andi y Rafael Hernández, presidente de Fedearroz. Hoy en día para tener viabilidad la industria no se dedica solo al arroz. | Foto: Fotografía: KAAREN SALAMANCA / 123RF

AGRO

Exportaciones de arroz enfrentan a productores e industriales

Productores de arroz vendieron una tonelada a Canadá. Industriales dicen que para vender el cereal en los mercados externos hay que ser más competitivos.

12 de abril de 2018

Los cultivadores colombianos de arroz quieren ser más competitivos y convertir el cereal en un producto de exportación y acaban de vender una tonelada de arroz blanco a Canadá.

Si bien esta cantidad no es representativa, se convierte en un primer paso de los muchos que quieren dar para lograr que el arroz colombiano sea reconocido en el exterior. La incursión en mercados internacionales no se daba desde los años ochenta, cuando los comercializadores del producto exportaron a Polonia y Centroamérica.

Ver más: No se deje engañar en Colombia no se comercializa arroz plástico

Estas exportaciones son parte del esfuerzo de los arroceros por ser más rentables, ya que en el mercado interno las cosas no andan muy bien, pues dicen que la industria molinera les está comprando el alimento a precios de 2014 (entre $850 y $1.000 el kilo), lo que ha significado la merma de sus ingresos.

Alberto Mejía, un agricultor de Ibagué (Tolima), cuenta que como consecuencia de esto ha dejado de ganar alrededor de 30% de sus ventas, problemática que no es nueva y que en los últimos años ha golpeado su actividad. La situación más compleja, dice, es en época de cosecha, cuando hay una sobreoferta del producto.

Las exportaciones no han sido la única medida a la que le han apostado los productores de arroz en busca de la tan anhelada competitividad. El presidente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), Rafael Hernández, sostiene que producto de 50% de las utilidades que dejan las subastas de arroz establecidas en el marco del TLC con Estados Unidos (el 50% restante lo maneja la entidad par de Fedearroz en ese país), el gremio invirtió en tres plantas de secamiento, almacenamiento y trilla de arroz. Estas subastas dan el derecho a importar el cereal, con cero arancel, desde el país del norte.

Le puede interesar: Consejo de Estado confirmó sanciones por Cartel del Arroz en 2005

Las plantas, para las cuales se invirtieron $125.000 millones, están ubicadas en Pore (Casanare), Valledupar (Cesar) y Pachaquiaro (Meta). La primera se terminó de construir hace dos años, la segunda hace más de un año y la tercera se inaugurará a mediados de este año.

Hernández anunció, además, la construcción de una cuarta planta en El Espinal (Tolima), que estará lista el próximo año y para la cual se invertirán alrededor de $25.000 millones.

Integración vertical

La construcción de estas plantas no ha sido muy bien vista por industriales del sector, que han señalado que el objetivo era invertir dichas utilidades (las de las subastas) en innovación y tecnología para el renglón, pero no en plantas de molinos.

No obstante, Hernández afirma que lo que se busca es que el agricultor pueda hacer una integración vertical; es decir, que participe en el último eslabón de la cadena, que es la comercialización, y que venda su arroz sin intermediarios. “No se pretende sacar a nadie del mercado, sino que el agricultor tenga una alternativa distinta a venderle el arroz a un comercializador”, agrega.

Asegura que, en el caso de la planta de Pore, ya hay agricultores integrados verticalmente, quienes están vendiendo a algunas tiendas el producto directamente.

“La Federación les hace todo el proceso de maquila y les ayuda en la comercialización. Esto puede significar 20% adicional de ingresos para un productor”, expresa el dirigente gremial.

Dentro de todo este proceso, Fedearroz está montando 23 tiendas a nivel nacional, para que el agricultor venda directamente el producto al consumidor. Ya están funcionando dos: una en Yopal y otra en Pore.

El ejecutivo insiste en que con todo esto se está buscando competitividad y mercados externos para el arroz. Sin embargo, el nuevo director de la Cámara Induarroz de la Andi, Silverio Gómez, sostiene que no hay duda de que exportar es un objetivo del país que se debe estimular y que en este sentido el arroz no es la excepción, pero para esto hay que mejorar la competitividad. “Esto debe planearse muy bien y el Consejo Nacional de Arroz es una instancia que puede ayudar”.

Agrega que la industria ha tenido dentro de sus planes la exportación y que esta sería una gran oportunidad para que la cadena productiva, producción e industria exploren esa opción.

De igual forma, explica que Colombia está inmerso en un modelo global del mercado y que hay que cumplir con los compromisos internacionales adquiridos, como los TLC y acuerdos como la CAN, que operan en ambos sentidos: derechos y obligaciones.

Frente a la integración vertical, dice que no es claro que la competitividad mejore si el productor transforma y comercializa en el final de la cadena.

Le sugerimos: Las 100 preguntas del TLC

La producción es un proceso que merece todo el esfuerzo para hacerla eficiente y la distribución y comercialización son partes muy distintas en las que se requiere una gran eficiencia y productividad, más cuando hay un proceso industrial de por medio como el arroz”, sostiene.

Asegura que la experiencia del fracaso de la integración vertical en muchos productos está comprobada. “Qué tal que los productores de cacao produjeran el chocolate o los caficultores tostaran el grano y lo comercializaran. Eso está inventado aquí y en el mundo. Lo que ocurre es que debe haber una gran integración de la cadena productiva. Es más, solo una industria como lo arrocera puede beneficiar más a los consumidores a través de una integración horizontal, esto es, con varios productos y no solo uno. Así traslada los beneficios de su eficiencia al consumidor, cuando el margen en el arroz es muy bajo”.

Puntualiza que hoy en día para tener viabilidad la industria no solo se dedica al arroz y que por eso es muy difícil que un productor sea exitoso haciéndolo con solo su producto. “El consumidor es quien tiene la última palabra. Creo que lo primero que se debe hacer es promover un aumento en el consumo de arroz, pues la cifra promedio está por debajo de la internacional”.

Polémica sobre precios

Ante las quejas de los productores de arroz, según las cuales los industriales les ponen el precio de compra y las condiciones para el pago, el nuevo director de la Cámara Induarroz de la Andi, Silverio Gómez, afirma que los precios se rigen por la oferta y la demanda y que cuando hay una oferta excedentaria frente a una demanda, las cotizaciones bajan y se reflejan en favor de los consumidores y cuando no hay oferta los consumidores pagan más. “Los industriales no tienen el poder de manejar los precios de compra al agricultor y siempre buscan las mejores condiciones para ese productor, pero no pueden atropellar a los consumidores, razón de ser de la cadena productiva”, dice el ejecutivo. Así mismo, sostiene que los empresarios se rigen por las mejores prácticas de transparencia en el mercado y que la industria aceptó en el pasado un acuerdo promovido por el Gobierno para garantizar un ingreso mínimo al productor sin que se perjudicara al consumidor a cambio de un incentivo al almacenamiento ofrecido por el Gobierno, pero que hoy no se tiene confianza en el esquema porque el mismo Estado incumplió ese “pacto de caballeros” y la deuda pasa de varios miles de millones, que son un lucro cesante y pérdidas para la industria, concluyó el directivo.