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De izquierda a derecha: Felipe Llano y Esteban Velasco, de Sempli; Santiago Suárez, de Addi y Santiago Botero, de Finsocial. | Foto: Dinero

EMPRENDIMIENTO

Tres prometedoras 'fintech' colombianas

Colombia ya es potencia latina de emprendimientos 'tech' del sector financiero. Aquí van tres que prometen.

7 de marzo de 2019

Quienes usan la tecnología para innovar en el sector financiero la están sacando del estadio. La mayoría de los bancos adelantan hoy procesos de transformación digital. Pero los emprendedores que sacan a flote sus ideas se están llevando la mayor atención.

Los inversionistas, e incluso las entidades financieras tradicionales, van tras ellos porque proponen agilidad y experiencias centradas en el cliente. Esos mismos factores inciden al atraer miles de usuarios que les encuentran valor.

El ecosistema fintech de Colombia es considerado el tercero más importante de la región. Solo lo superan México y Brasil, pero el de Colombia crece más que estos.

El informe Fintech en América Latina del BID y Finnovista determinó que en 2018 Colombia tuvo un incremento de 76% en emprendimientos de este tipo. Identificó 148, mientras en el año anterior había solo 84.

En el país han venido aumentando más los segmentos de puntaje crediticio, identidad y fraude (450%), gestión patrimonial (300%), gestión de finanzas empresariales (111%) y préstamos (80%).

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Todas estas startups ya marcan su terreno mientras avanzan con pasos realmente enormes. Dinero le presenta lo que están haciendo tres de ellas en varias ciudades.

Dos de ellas, Sempli y Finsocial, acaban de pasar el panel local de selección de la red de emprendimiento de alto impacto Endeavor. Y ya se preparan para ir al panel internacional de selección que les permitiría ser parte de esa importante red.

Otra más, la recién nacida Addi, cuenta con la experiencia de su fundador y la jugosa inversión de etapa semilla que recibió, y ha creado expectativa en el sector.

                     Felipe Llano y Esteban Velasco, cofundadores de Sempli. Desde Sempli, Llano y Velasco ofrecen créditos a pequeñas y medianas empresas.

Desde Medellín

Sempli se consolidó, de acuerdo con la Asociación Colombia Fintech, como una de las fintech que más creció en 2018. Lo hizo al financiar a pequeñas y medianas empresas,

Varios hitos ubican a los emprendedores paisas Felipe Llano y Esteban Velasco en el foco de atención. Al fin y al cabo entraron en el listado del BID de las fintech latinas que más capital han recibido de fondos inversionistas, con un total de más de US$16 millones.

Con ese apalancamiento han expandido su portafolio de crédito en más de cuatro veces y hoy operan en ocho ciudades del país.

No atienden a sus clientes en sucursales físicas; hacen sus operaciones por medios digitales y parten de la tecnología que han desarrollado para el proceso de análisis de crédito. Se llama SempliScore, que con analítica automatizada y semiautomatizada define un puntaje para orientar sobre las probabilidades de que el solicitante de un crédito lo pague.

Este sistema les permite tener una tasa limpia de sobrecostos de infraestructura, como los costos o las comisiones ocultas. Trabajan sobre un vocabulario de “tasas efectivas”. Proponen facilitar el acceso a recursos de una manera más ágil a la de la banca tradicional.

Velasco y Llano se conocieron mientras trabajaban precisamente en un fondo de inversión. Allí detectaron las dificultades que encaran las pequeñas empresas para obtener un crédito que les permita crecer y enfrentarse a contextos complejos.

En su modelo pueden desembolsar créditos en 72 horas, en montos que van de los $30 millones a los $300 millones y plazos desde 6 a 36 meses.

Ya han pasado casi tres años desde que salió al aire la plataforma, y en ese lapso han desembolsado más de $52.000 millones en créditos en más de 350 empresas.

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“Creemos que en nuestro segmento las fintech pueden coexistir perfectamente con las entidades financieras tradicionales. Eso sí, al nacer digitales pueden generar algunos temores en el segmento tradicional porque tenemos la capacidad de llevar a cabo proyectos en tiempos absolutamente rápidos. Y estar apalancados en tecnología nos hace diferentes no solo de cara a nuestros clientes, sino a los procesos internos”, asegura Llano.

Este es su tercer emprendimiento. En los dos anteriores se encontró con el fracaso y por eso se volvió empleado.

Pero como la tercera es la vencida, encontró química con Velasco, un experimentado ejecutivo de la banca de inversión que también había quebrado en otros intentos de emprendimiento. Juntos lograron sacar adelante el proyecto.

“Hay que trabajar con gente más inteligente que uno, hacer renuncias, no apuntarles a muchas cosas simultáneamente. Cuatro de cinco compañías en Colombia al cabo de cinco años no existen y una de las principales razones es el acceso a la financiación. Crecer financieramente de manera estructurada ayuda a evitar el fracaso", comentó Velasco a Dinero.

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            Santiago Suárez, CEO de Addi. Suárez trae al país su experiencia adquirida en San Francisco, Nueva York y Londres

Desde Cali, en Bogotá

Tras pasar 15 años en el extranjero, el caleño Santiago Suárez volvió a finales del año pasado para “aportarle al país”.

Estudió becado en la Universidad Yale y de ahí despegó una prominente carrera como vicepresidente de estrategia de la fintech norteamericana LendingClub, líder del equipo global de innovación de J.P. Morgan en Nueva York y Londres, así como socio de la aceleradora Y Combinator de Silicon Valley.

Con base en Bogotá, se juntó a los también caleños Elmer Ortega y Daniel Vallejo para fundar Addi. Se trata de una plataforma que permite a sus usuarios acceder por vía digital a créditos en puntos de pago, pensados para tramitarlos en menos de media hora.

“Les estamos dando la posibilidad de obtener créditos de hasta $10 millones para financiar su compra en cualquiera de los establecimientos con los que vayamos haciendo alianzas. Para el cliente es muy conveniente porque con la cédula y el celular puede hacer todo el proceso incluso en tan solo tres minutos”, explica Suárez.

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Su diferencial es que no tienen cuota de manejo, no cobran seguros ni cuota de tecnología o de administración. Y manejan tasas desde 19,99% hasta 28,99% efectivo anual.

Según Addi, quienes cuentan con tarjeta de crédito se ahorrarían con este modelo entre $50.000 y $100.000 en intereses en un año por compras de alrededor de $1 millón.

De 17 empleados que tienen, 10 son ingenieros. Al recolectar capital semilla, Addi ha atraído inversiones por US$4 millones.

En esa ronda temprana se convirtió en la primera empresa latinoamericana que ha recibido respaldo de Village Global, un nuevo fondo de inversión del que hacen parte Jeff Bezos, Bill Gates y Mark Zuckerberg. Village Global busca la próxima generación de compañías que revolucionarán el sector tecnológico.

Addi se convirtió también en la segunda compañía colombiana en obtener recursos de Andreessen Horowitz, que ha invertido en Rappi, así como como Facebook, Instagram y Pinterest. Los asesora además el fondo de inversión brasilero Monashees.

Según Suárez, su plan de crecimiento acelerado los debería llevar en el primer trimestre del año a las principales cinco ciudades del país, en 500 puntos de venta y a final de año a abrir mercados como Perú, México y Brasil.

“Pensamos cubrir una necesidad que radica en que, si alguien quiere financiar una compra a plazos, solo tiene dos opciones. Una, hacer parte del 14% de colombianos que cuenta con tarjeta de crédito, con tasas altas, obligaciones confusas y cuotas de manejo. O la otra opción: acceder a soluciones lentas, muy costosas. Nosotros creemos en el poder de la tecnología para cambiar esto”, señaló Suárez.

Santiago Botero, fundador de Finsocial. Finsocial aspira a tener 1.200 empleados en 2022

Desde Barranquilla

Una inversión de más de US$17,5 millones recibida del fondo de capital privado Kandeo incluyó a Finsocial en el listado de las fintech latinoamericanas que más capital recibieron en el último año, elaborado por el BID y la firma Finnovista.

Residenciado en la capital del Atlántico junto con su familia, en 2012 el antioqueño Santiago Botero abrió la empresa con 15 colaboradores. Para 2022 espera tener unos 1.200.

No nació como una fintech, pero está en la transición para serlo, al ofrecer créditos al instante desde su plataforma. Botero y su equipo desarrollaron Finsonet, un sistema licenciado a un banco que permite ofrecer créditos con desembolsos en menos de 24 horas y alcance en cualquier zona del país.

Esta entidad financiera no bancaria atiende específicamente a pensionados y profesores del sector público por la baja volatilidad en el pago de sus nóminas.

Su oferta se basa en créditos de libranza. Funciona bajo un modelo de administración de activos independiente operado por patrimonio autónomo donde todos los préstamos se identifican y atienden individualmente.

Han trabajado en agilizar la aprobación y el desembolso de los créditos para personas bancarizadas y no bancarizadas.

Este año aspiran colocar $360.000 millones; es decir, $1.000 millones diarios, con aproximadamente 360 vendedores. Botero le reveló a Dinero que están cerca de tener por lo menos dos titularizaciones y otra inyección de capital de un fondo internacional por US$100 millones.

Hoy en día tienen presencia en 21 ciudades del país, con 23 oficinas y más de 18.000 clientes. También un patrimonio de $70.000 millones, con una cartera administrada mayor a $300.000 millones y colocaciones mensuales de $20.000 millones.

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“Nuestro manifiesto es que cuando un cliente viene es porque necesita el dinero para ayer y no para hoy. Por eso trabajamos mucho en la agilidad”, comenta Botero.

Con más de 15 años de experiencia en originar y administrar cartera de créditos de consumo, Botero confió en sus capacidades para ofrecer libranzas. No obstante, dice que emprender en este sector ha sido “muy díficil” por “las barreras de entrada” que impone la banca tradicional.

“Si empiezas a crecer te ven como competencia, que para mí es un error de visión. Finsocial para los bancos que no lo fondean sí es competencia, pero para los fondeadores es un importante aliado. También les ayudamos a reducir el costo de originación cercano a cero y el riesgo a la mitad y su rentabilidad es muy similar a la que tienen hoy en día porque ellos para competir con Finsocial lo deben hacer con tasa y yo lo hago con servicio y rapidez”, opina Botero.

Todos estos emprendedores están dispuestos a revolucionar el sector financiero colombiano.

Las fintech demuestran cada vez más el éxito y la sostenibilidad de sus modelos de negocios. Y se están convirtiendo en protagonistas de ascendentes rondas de financiamiento.

Tan solo en la primera mitad de 2018, las fintech acapararon US$57.900 millones en inversiones a nivel mundial. Y se acercaron en seis meses a la cifra total de recursos que atrajeron estas compañías en el año anterior, que fue de US$62.500 millones, según la firma CB Insights.

No sorprenderá si los emprendedores colombianos logran superar este año los niveles de inversión que atrajeron en el anterior. Justamente por todos los caminos que han abierto y por la importancia que creciente de las fintech en el mundo entero.

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