Los jóvenes están migrando del campo a la ciudad buscando mejores oportunidades, los que se quedan dibujan el futuro del campo. | Foto: Cortesía.ARD

EMPRENDIMIENTO

Claves para fortalecer negocios campesinos

Una educación pertinente y de calidad es fundamental para promover que los jóvenes que crecen en zonas rurales busquen alternativas de vida en el campo.

26 de agosto de 2015

Un tercio de la población colombiana entre 15 y 25 años migra de zonas rurales a las ciudades, según cifras del Programa Regional Juventud Rural Emprendedora.

En el campo, los jóvenes dependen de sus condiciones de trabajo y del acceso a la educación, actividades en las que enfrentan enormes brechas: el 42.6% no estudia ni trabaja, de acuerdo con el DANE, y esto los conduce a buscar mejores oportunidades de subsistencia en las zonas urbanas.

Esta escasez de fuerza laboral incrementa la pobreza de la población rural, que es del 85%. Para disminuir este porcentaje, es necesario motivar el relevo generacional en los negocios campesinos. Este es uno de los retos de “Habilidades y Destrezas”, una de las acciones del programa Colombia Responde, que pretende potenciar las capacidades de 15 asociaciones de cacao, café, leche y plátano, ubicadas en seis municipios del área de la Macarena, Meta.
 
El reto es que los negocios comunitarios afinen sus destrezas productivas y comerciales. En agosto de 2014, el proyecto impartió un diplomado con la Universidad de los Llanos, en el que se brindó capacitación sobre los aspectos organizacional, financiero, comercial y de gestión pública de una empresa. En una segunda etapa, profesionales de diversas áreas acompañaron cada asociación para aplicar la teoría.

Ambos componentes apuntan a instaurar cinco prácticas que garantizan el crecimiento y la sostenibilidad de estos agronegocios:

Tentar a los jóvenes

Sin jóvenes no hay continuidad. Según la coordinadora del programa, Viviana Gómez Ramos, casi la mitad de las 137 personas que se graduaron del diplomado son jóvenes. “Los chicos empezaron a interesarse por cómo se mueve el negocio, dónde se obtienen los ingresos, qué tanto apoyo tienen del Estado”.

Una de esas jóvenes es Sanly Briceño Pineda, de la Asociación de lecheros del municipio de Mesetas. A sus 26 años, esta auxiliar de enfermería descubrió que el campo es una opción. “No solo se vive siendo empleado en las ciudades. Si la universidad llega al campo, los conocimientos de agricultura no se van a perder y podemos ser empresarias rurales, hacer que este oficio sea productivo y crezca”.

Ordenar la casa


Los empresarios deben desenvolverse con los asuntos jurídicos y contables de sus organizaciones. "Ya sabemos, por ejemplo, si es rentable lo que producimos, llevar un comprobante de egreso. Mayor organización es mayor productividad”, cuenta Sanly.

Nidian Arenas, representante legal de la misma asociación, AGROLECHEROS, dice que la experiencia le ha demostrado la importancia de la organización. “Aprendimos a reformar los estatutos, analizar estados financieros, elaborar proyecto y a contratar. Antes lo único que sabíamos era ordeñar”. Así fortalecieron su capital humano, pues mayor conocimiento genera mayor competitividad.

Las cuentas claras… 

Presentar rendiciones de cuentas ante las juntas directivas garantiza las buenas relaciones al interior de las asociaciones. Según la coordinadora, esto genera una conciencia colectiva de progreso que permite tener mejores relaciones con el Estado y afianzar la cultura de la legalidad.

Buenas relaciones

Las asociaciones deben participar en los Concejos Municipales de Desarrollo Rural para identificar cómo las políticas públicas pueden beneficiar o perjudicar sus sectores productivos y, sobre todo, tener buenas relaciones con el sector privado. La idea es que las comunidades aprendan a hacer gestión para que este tipo de proyectos siempre estén en la agenda pública y privada.

Según Hernán Vásquez de Alquería, aliado comercial de AGROLECHEROS, la evolución de estas empresas es evidente. “Ya pueden redefinir su modelo de negocio y ven oportunidades más allá del enfriamiento de leche. Encausaron los asuntos de gobernanza y tienen una visión más amplia del sector, incluso puedan pensar en incursionar en el mercado nacional”.

Nidian Arenas dice que uno de los principales aprendizajes para tener buenas relaciones comerciales ha sido identificar su función dentro de la cadena productiva. “Hay una conciencia de fortalecimiento porque ya sabemos que por uno que no funcione,  se rompe la cadena”.

La novedad

Viviana Gómez asegura que una de las prioridades del proyecto es generar conciencia sobre la necesidad de tener productos con valor agregado. Habilidades y Destrezas está en esta etapa, que consiste en hacer giras en las que los empresarios visitan otros negocios más avanzados de los que pueden aprender.

Estas giras y todo el proceso formativo motivaron a Manuel Ramírez, representante de la Asociación AGROVEGA, que produce cacao, para aprender cómo convertir este insumo en licor. Esta asociación provee a la Compañía Nacional de Chocolates, a quien posiblemente también le venda su nuevo producto.