CONVIVENCIA

Contra la discriminación de género en el aula

Informar a los niños sobre los alcances del matoneo es la manera de erradicarlo, tanto de la escuela como de la sociedad.

12 de septiembre de 2014

Los prejuicios en muchas ocasiones son propiciados por la ignorancia y la desinformación. Los maestros deben promover ambientes seguros donde los estudiantes aprendan el significado y las consecuencias de discriminar a alguien.

Una forma de discriminación que a veces se presenta sutilmente es la de género. Es responsabilidad del profesor garantizar la igualdad en el aula y crear estrategias para identificar y eliminar la intolerancia para que su salón de clases sea un sitio en donde se promueva la inclusión y la igualdad.
Los libros de texto, en muchas ocasiones, predefinen los roles de hombres y mujeres y muchos maestros, conscientes o no de ello, ponen diferentes expectativas en los niños y las niñas y promueven los estereotipos.

Según David Coodin, educador experto en temas de convivencia, estas prácticas se deben eliminar y para ello propone esta serie de estrategias:

Promover la integración
Los trabajos en grupo deben incluir toda la variedad posible y el profesor debe asegurarse de no hacer divisiones basadas ni en el género, ni ningún otro aspecto.

Los niños más jóvenes tienden a organizarse en grupos separados de niños y niñas. El docente debe hablarles a sus estudiantes de las ventajas de crear grupos mixtos.

Evitar asignar trabajos según el género
Al asignar responsabilidades a sus estudiantes en el salón de clases, los profesores no deben darles las tareas de organización exclusivamente a las niñas y las de cargar cosas exclusivamente para los niños. Lo que debe hacer es repartir aleatoriamente las funciones y permitirles ayudarse mutuamente cuando así lo requieran.

Crear expectativas iguales
No debe existir un estándar diferente para hombres y mujeres. El maestro debe promover la integración de género en los deportes y la participación equitativa de unos y otros en las disciplinas de su elección.

Las expectativas deben ser discutidas por la clase y los alumnos deben determinar de qué se sienten capaces y basar sus decisiones en sus fortalezas y aptitudes, no es su género.

¿Quiere saber más?
Visite este vínculo

Si quiere leer más artículos sobre educación visite nuestro perfil en Twitter @SemanaEd