Adriana Ocampo Senior estudió ingeniería en la Universidad del Norte y aplicó a un intercambio con la Universidad de Missouri. | Foto: Cortesía

ENTREVISTA

En Colombia la copia es común y aceptada

Inmigrante, mujer, ingeniera y ejecutiva en una de las compañías espaciales más grandes del mundo, Boeing, Adriana Ocampo es ejemplo para que las colombianas vean en las ciencias una opción profesional.

Mario Fernando Hurtado
5 de octubre de 2015

La ingeniera Adriana Ocampo Senior fue la administradora de los programas SBIR (Small Business Innovation Research) y Mentor Protégé de Boeing Defense Security (BDS, por su sigla en inglés). Hace historia al ser una mujer que trabaja en la compañía espacial más grande del mundo.
 
El camino para llegar hasta tan alto cargo fue largo e incluyó retos por su condición de mujer. Semana Educación habló con ella sobre empleabilidad, ética y género, aprovechando su visita a Colombia.

SEMANA EDUCACIÓN: ¿Cómo ve la formación de ingenieros en Colombia? ¿Qué fortalezas aprecia?

Adriana Ocampo Senior: Recibí en Colombia la educación básica de ingeniería. La base en matemáticas era superior a la estadounidense. Los estudiantes colombianos en el exterior son sobresalientes, pero los que se han quedado en Colombia también son competentes.

S.E: ¿Y las debilidades?

A.O.S: Hacen falta oportunidades laborales. Formar profesionales igual de llamativos para las empresas colombianas como las extranjeras. Falta investigación a nivel universitario y se deben crear mayores estrategias de innovación.

S.E: En Colombia la ingeniería se encuentra desprestigiada por hechos de corrupción. ¿Por qué cree que se llegó a eso? ¿Cómo se debería reparar la situación?

A.O.S: La responsabilidad es social, no es exclusiva de la  universidad, y se debe hacer énfasis en ética e integridad. El profesor no puede ser el 'cuchilla', los estudiantes estudian por miedo, por pasar, pero no como un proceso de aprendizaje.

En Colombia la copia es algo común y hasta se acepta entre los estudiantes. En Estados Unidos es impensable hacer copia, es mal visto entre los jóvenes y ahí está la primera sanción social. Si llegas a trabajar con esa mentalidad, es más fácil que te corrompan.

S.E: ¿Es decir que vivimos una espiral de corrupción?

A.O.S: Si el mismo policía pide soborno se les pierde el respeto a las instituciones. En EE. UU. y Europa la autoridad policial es incorruptible. Y si a nivel corporativo existen las mismas 'roscas', la gente pide la 'palanca' como si esa fuera la forma de incorporarse al sistema laboral.

S.E: ¿Ha enfrentado barreras por su condición de mujer?

A.O.S: Hace 20 años era considerada minoría no por ser hispana, sino por ser mujer ingeniera. Sobre todo en la industria aeroespacial. Muchas veces era la mujer del equipo y la menor. Pero era necesario un relevo generacional. La discriminación no es sólo de género, también hay prejuicios sobre la procedencia y el origen étnico.

S.E: ¿Cómo involucrar más mujeres en la formación de ingeniería?

A.O.S: Las mujeres seguimos siendo minoría. Hay dos imaginarios, que las ciencias y las matemáticas son complicadas y que son labores duras. Por eso hay que generar estrategias de motivación para los jóvenes y en especial a las mujeres. Acompañar con mentores en universidades y colegios. Por ejemplo, en Estados Unidos se organizan eventos como Latinas en STEM (áreas duras: ciencias, matemáticas) y se les motiva a ingresar a esas carreras.

S.E: ¿Qué les aconsejaría a los futuros ingenieros del país?

A.O.S: Primero, tener amor por lo que se hace y, al tiempo, darle un sentido social porque las ingenierías van de la mano con el desarrollo del mundo. No enfocarse sólo en la parte técnica, es importante tener conocimientos generales, trabajar en equipo, desarrollar competencias blandas, aspectos como la capacidad analítica y sobre todo, aprender a entenderse en grupos multidisciplinarios.

S.E: ¿Cómo llegó a Boeing?

A.O.S: Boeing tiene dos divisiones: la de aviones comerciales y la de defensa espacial y de seguridad.   
Cuando estaba estudiando ingeniería en la Universidad del Norte, apliqué a un intercambio con la Universidad de Missouri y por eso llegué a San Luis. Comencé las prácticas en McDonnell Douglas, empresa experta en  seguridad, pero luego se fusionó con Boeing, especializada en aviones comerciales. Al unirse crearon la compañía espacial más grande del mundo y mantienen el portafolio en las dos divisiones. Poco a poco fui creciendo hasta administrar los programas de defensa y seguridad.

S.E: ¿Cuál es la relación de empresas como Boeing con las universidades?

A.O.S: El trabajo entre empresas y universidades es una sinergia. Boeing escoge estratégicamente los perfiles profesionales y busca tecnología que sea de interés tanto para las divisiones comerciales y de defensa. Miran dónde se crea esa tecnología, dónde está el talento. Del mismo modo, la comunicación de las universidades con las empresas permite detectar necesidades entre perfiles y profesiones.

S.E: ¿Cómo convocan a los estudiantes?

A.O.S: Hay una división que se dedica a reclutar personas, por convenios con universidades, o asisten a eventos de diversidad, por ejemplo, el encuentro de hispanos. O van a las ferias de trabajo.